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martes, 1 de noviembre de 2016

Tours y más tours en Polonia

El sábado por fin tuve fuerzas para levantarme de la cama y salir a que me diera el aire. Sentir la brisa fresca fue revitalizador. Pasé la mañana haciendo planes, y  por fin me decidí por mi ruta. Iría a Varsovia, la capital de Polonia, y de ahí a Gdansk, una ciudad costera en el norte. Todo por autobús, ya que no tengo mucho tiempo.

Mi amigo es guía turístico y ese día haría el tour judío, por lo que decidí tomarlo. Fue mi tercera vez en ese tour, y aun así siempre me doy cuenta de que se me habían olvidado mil cosas.


El barrio de Kazimierz, hoy día el barrio judío, solía ser una ciudad aparte de Cracovia. Después paso a ser parte de la ciudad y durante la segunda guerra mundial se estableció ahí lo que fue el gueto judío. La vida ahí era terrible, no había comida, ni sanidad, ni nada. Hoy en día no quedan practicamente nada de judíos, ya que casi todos fueron exterminados durante la segunda guerra mundial y a los sobrevivientes les regalaron un boleto de ida a Israel, mas no uno de regreso en 1968 (Guerra fría, Israel y Estados Unidos eran aliados, mientras que Polonia pertenecía al bloque comunista, así que se desquitaron con los judíos restantes). Hay mucho más en la historia, pero no quiero aburrir.

Monumento en el antiguo gueto Judio. Foto de 2011 y 2015

Y una de 2016

Escaleras usadas en una escena de la película La lista de Schindler

Después del tour y de no haber comido nada en dos días, decidí invitarme a una cita a un restaurante bonito. Fui a comer żurek, una sopa ácida con salchicha, y tortitas de papa con goulash. Pedí la media porción y aun así era enorme.


Regresé al apartamento en el momento indicado, porque comenzó a llover. Al día siguiente tenia planeado hacer autoestop hasta Varsovia, pero mi amigo no quiso. Aún estaba algo débil e insistió en comprarme un boleto de autobús. Siempre se preocupa de mas por mi.  Por lo mismo no hay aventura, en el trayecto conocí a una mujer filipina que me dijo que estuvo viajando sola por 11 años, y ahora vive en Dubai. Algún día quiero poder decir eso... no lo de vivir en Dubai, lo de viajar hahaha.


El lunes fue un día agotador, como estaba sola decidí hacer dos free walking tour. Varsovia alternativa, que te lleva a Praga... no, no República Checa. Es el distrito bohemio de Varsovia. O sea, el peligroso, sucio, descuidado y con mas licorerias que en toda Suecia. Digo, por si alguien quiere enfiestarse, ya saben donde. Básicamente el 85% de Varsovia fue destruido y vuelto a reconstruir con un aire de viejo. Mientras que sólo el 20% de Praga fue destruida, por lo que es mas "autentico".


Después de ese tour, tome el judío. Básicamente Varsovia tuvo el gueto judío mas grande que albergó a medio millón de personas, y el tour es un tour imaginario porque de ese gueto no quedan ni los escombros... literal, no quitaron los escombros, solo construyeron sobre ellos. Quién quiere vivir en la zona donde puede que miles de cuerpos hayan quedado sin ser encontrados? A que suena divertido.

Monumento condecorativo por el levantamiento que hubo dentro del gueto judío. Un monton de jovencitos en los huesos luchando con lo que pudieran contra los nazis. No buscaban ganar, sólo una muerte mas digna que dentro de una cámara de gas.

El tour terminó a la hora perfecta para regresar al hostal a cenar. Cabe mencionar que cociné lentejas en la mañana para todo el día porque soy pobre. Cuando llegué al hostal pregunté donde podría comer żurek, me recomendaron un restaurante y al ver los precios... me fui a la tienda, compré 3 jitomates, una cebolla y un paquete de 6 huevos. Yo ya traía un paquete de lentejas desde Serbia. Y por 1.50 dolares tuve cena el domingo, comida todo el lunes y desayuno hoy en la mañana.

A eso de las 6 me quedé de ver con una amiga mexicana que vive en Serbia pero está de intercambio en Varsovia. En realidad ella aparece en la primera fotografía de la entrada anterior. Y bueno, pasamos una hora caminando buscando algún café bonito y que no fuera Starbucks o parecido. Hablamos otra hora y al hostal. También llegue a la hora perfecta porque comenzó a llover, y mis pies dolían tanto que simplemente me fui a dormir.

La vida nómada es aburrida cuando se cuenta, siempre me pasan cosas rarísimas y ahora que estoy narrando no me pasa nada. Vaya porquería.

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