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domingo, 30 de julio de 2017

Amor y drama en Bruselas, calma en Luxemburgo

Tan pronto llegué a Bruselas busqué wifi para avisar a Jeroen que estaba a escasos 5 minutos de su apartamento. Me dijo que caminara hacia él y nos encontraríamos en el camino. Fue tan lindo verlo otra vez y abrazarlo. Ya era un poco tarde así que no salimos a ningún lago, ni siquiera recuerdo que cenamos. 

Sin embargo no todo es agradable, desperté sintiéndome muy mal emocionalmente. No sé la razón, pero me sentía muy triste y no podía parar de llorar. Él se fue al trabajo y su edificio es raro, si no se tiene llave no se puede ni salir, por lo que tuve que salirme con él a las siete de la mañana. Me fui a un parque a llorar por un par de horas, después me di cuenta que traía sólo un par de euros en la bolsa. El día pintaba bastante bien.

Me fui caminando al centro a pesar de que él me dio su pase mensual de transporte público, cuando me siento así me relaja caminar. Me tomó aproximadamente una hora llegar ya que caminé lentamente. No me sentía mejor así que después de dar un par de vueltas por ahí me metí a un McDonalds y compré una hamburguesa de un euro. Me senté hasta el rincón más recóndito del lugar y procedí a comer muy lentamente mientras leía la estupidez del momento en facebook, la historia de Tamara, por alguna razón me hizo sentir mejor esa tontería.



CHOCOLATEEEEE

Salí justo a tiempo para tomar un Free Walking Tour que comienzan en la Grand Place. A pesar de elegir el tour en inglés el guía era un chico mexicano estudiando su maestría en Bruselas. No puedo decir nada en especial sobre el tour, no me gustó mucho, no sé si fue por él o por mi. Le pregunté si existía un restaurante decente de comida mexicana ya que me gusta probar ese tipo de cosas en otros países y me respondió muy groseramente incluso antes de siquiera terminar la pregunta.

Hicieron una versión en niña para atraer al turismo a la zona de los restaurantes y bares

No se nota, pero era el auto de volver al futuro

Parecía quinceañera

Semaforos gays X3

No puedo recordar que hice después, sólo que llegué al departamento de Jeroen y por suerte mi celular se pudo conectar a su wifi para decirle que estaba fuera ya que tampoco tenía timbre en la puerta. Cuando lo vi no pude evitar ponerme a llorar de nuevo, no sé que es lo que me pasaba.

Esa tarde fuimos a comprar cosas al supermercado y por cuestiones del destino había un departamento disponible para que yo me quedara. Estaba un poco más cerca del centro y así podría tener llaves para ir y venir cuando quisiera. Sólo que Jeroen dormiría en su departamento porque tenía que irse a trabajar muy temprano y el trabajo le quedaba cerca de su departamento. Sinceramente todo era muy raro.

Lo único digno de contar del día siguiente fue que cuando estaba en la ciudad comiendo un waffle sentada en La Grand Place un hombre se sentó junto a mi y comenzó a hacer plática. Ahora, admito que tengo un prejuicio hacia los hombres turcos, pero aún con mi prejuicio siempre me digo: "ok, vamos a ver si este es diferente." Le seguí cautelosamente la plática. Me preguntó si vivía en Bruselas, le mentí diciéndole que si. Me preguntó la razón y le dije que porque había conocido a un belga y estaba con él, eso no fue tan mentira. Después de hablar un rato, de que me preguntara cosas de Bosnia y Serbia porque iría ahí de vacaciones y de alejarme cada vez que me quería tocar el brazo, me dice que tiene un apartamento en el centro y que si cambiaba de opinión podía quedarme con él. Sólo le dije que debía de ir a comprar los ingredientes para cocinarle la cena a mi hombre y me fui. Si, es una frase machista, pero me molesta que los turcos siempre hagan eso y quería dejarle bien claro que sus insinuaciones no eran bien recibidas.

ONU


Más ONU




No era tan mentira, porque en realidad fui a comprar cosas para cocinar la cena. Cocinar a veces me relaja y me pone de mejor humor, así que cuando Jeroen llegó todo estaba bien y ese día no lloré. Me alegró que le haya gustado lo que preparé, y me puse triste cuando se tuvo que ir a eso de las 11 de la noche.

No tengo nada que contar sobre el viernes, creo que ni siquiera salí a la calle. Si será que salí para comprar ingredientes para la cena y listo. Al menos llegaba el fin de semana y se quedó a dormir

El sábado fue la marcha del orgullo gay, a la cual se nos hizo muy tarde para ir. Sólo llegamos a la fiesta que se traían en las calles. Lamentablemente me engenté y no lo disfruté tanto, nos fuimos a un bar a tomar una cerveza y regresamos al apartamento. Creo que siempre teníamos el plan de ver una película pero nunca lo logramos.




El amor está en todas partes

El domingo fue mi cumpleaños, lo pasamos todo el día dentro. Preparamos pizza y bitterballen y comimos hasta reventar. Hablamos mucho disfrutando del buen clima en la terraza y tomamos cerveza de frutas. Fue un día bastante lindo, un buen cumpleaños debo decir. Aún puedo recordar su sonrisa, su voz, sus manos, esos ruidos random que hacía a veces, nuestras conversaciones y siento decirlo pero, lo increíble que era en el dormitorio.




Así súper falso todo haha

Esa última noche limpiamos el lugar y regresamos a su apartamento. Arreglé mi maleta y me aferré a él hasta quedarme dormida. Claro que ronca entonces me despertó varias veces y quería matarlo haha de igual forma cuando nos despertamos, desayunamos y terminamos el café me sentí muy triste pues ese día partiría para Luxemburgo.

Es lo malo de esta vida, aunque no voy a mentir, si él me hubiese pedido que me quedara más tiempo, lo habría hecho. Pero él es como yo, él sabe lo que viajar significa en mi vida y no me querría detener. Además, él mismo se iría pronto a África por seis meses, no tenía sentido.

Salimos del departamento, nos dimos un último abrazo y comencé a caminar. Escuché pasos detrás de mí, era el corriendo para darme un último beso. Es que es un amor, todavía lo recuerdo y me dan ganas de llorar.

Tomé el metro hasta las afueras de la ciudad donde hitchwiki dijo que era el mejor lugar para hacer dedo a Luxemburgo. Escribí mi cartel y vi como un chico hacía dedo hacia Leuven y consiguió un aventón. Estaba en el lugar correcto. No estuve parada ni 5 minutos cuando un auto enorme se detuvo, vi las placas y sabía que llegaría antes del almuerzo. El hombre que me llevó era un poco mayor, bien vestido y muy criticón. Al principio me habló en francés y traté de responderle en el mismo idioma, pero la verdad es que lo hablo fatal. Después de que nos enteramos que los dos hablábamos inglés me dijo que mi acento era catastrófico. Me dijo su nombre pero que por favor no lo dijera en voz alta porque no se quería ni imaginar como lo iba a pronunciar, que mejor lo llamara por la versión en español, Guillermo. Suena a que era una persona muy grosera, pero para nada, me hizo reír mucho. Me contó de su trabajo, su familia, sus viajes, etc... fue un viaje ameno.


Al llegar contacté a mi anfitrión de couchsurfing, me dijo que llegaría a la una, eso me dejaba dos horas libres en los que me dediqué a caminar por los alrededores, aunque no mucho porque mi mochila estaba pesada. En esa caminata noté que muchas personas vestían muy bien, vi a varias mujeres caminando con bolsas de compras en las que traían productos de Chanel o Guchi. En ese lugar había dinero y se notaba. Comenzaba a preocuparme puesto que no traía mucha comida y no se veía nada barato.

A la una llegó mi anfitrión y me dejó pasar al departamento para dejar mis cosas, también me invitó la comida, algo muy sencillo, huevos revueltos con salchicha vegetariana. Hablamos un poco y después tuvo que regresar al trabajo, ya que se iría de vacaciones en dos días y tenía mucho que terminar. 

Salí a caminar por la ciudad. Primero fui por el valle que la rodea, al principio recorrí un parque muy lindo y tranquilo, los puentes de la ciudad se ven geniales desde abajo. Llegué casi hasta el final y me seguí caminando por el centro. Sin embargo el lugar es muy pequeño y terminé de verlo en algunas horas. Se me ocurrió utilizar la aplicación de "hang out" de couchsurfing que sirve para ver quien en las cercanías quiere hacer algo. Me quedé de ver con un chico holandés que andaba de visita, y para esto un chico de couchsurfing al que le había escrito también si me podía hospedar me dijo que sólo podía quedar para salir, así que al final los tres fuimos a una tienda a comprar cerveza (Yo una coca cola porque así soy de aburrida) y fuimos al parque a tomar, no sin antes pasar por uno de los atractivos de la ciudad, el elevador que tiene una pequeña parte de suelo de cristal.















El elevador

El chico holandés había estado viajando a dedo por Francia y había llegado el día anterior a Luxemburgo, el otro chico era un polaco que había conseguido un empleo ahí y se había mudado hacía un par de meses.  Después de un rato fuimos a un pub a beber otra cosa y a eso de las 11 de la noche mi anfitrión regresaba, así que me fui a dormir.

Cerveza local


En el segundo día no había mucho que hacer, caminé de nuevo por la ciudad y fui a otro parque en el que hay un museo. No me pareció tan interesante así que regresé a la ciudad. Volví a dar otra vuelta, me senté en una banca a ver pasar a la gente, jugué un poco con el celular y finalmente me dio hambre. Como esta vez mi anfitrión me había dejado las llaves decidí ir a comprar un paquete de pasta y salsa para comer. Quería champiñones pero estaban tres veces más caros que en otros países, así que nada, sólo compré lo estrictamente necesario.



Sinceramente creo que es de lo más raro que he visto

Museo

Cociné y comí demasiado, tanto que me dio sueño y me quedé dormida hasta las 6 de la tarde. Al despertar se me ocurrió contactar a las dos personas que conocía en Suiza para preguntarles si estarían ahí... ambos estaban en Italia. Mala suerte la mía. Pasé algún rato mandando solicitudes de couchsurfing a Zurich, Berna y Ginebra porque en ese país nada podía salir mal, cualquier error sería muy costoso. Seguramente me veía muy graciosa, ya que mi anfitrión no tenía wifi en su apartamento, pero si sacaba el celular por la ventana podía conectarme al wifi de la ciudad, así que ahí me ven con medio cuerpo de fuera por más de una hora. Enviar solicitudes toma mucho tiempo, ya que las hago personalizadas, generalmente las escribo antes de irme a dormir.

No tengo idea de a que hora habrá llegado mi anfitrión. Me dijo que pusiera las llaves en el buzón para que así no me tuviera que despertar al llegar. A la mañana siguiente ambos teníamos que salir temprano, él iría a recoger a su hijo a Gante y yo me iría a Estrasburgo en Francia. Es una pena que no hayamos pasado prácticamente nada de tiempo juntos, me gusta usar couchsurfing para conocer gente, pero le agradezco el que me haya dado un techo por dos noches.

Caminé hacia la estación de trenes y compré un boleto para ir a la estación de gasolina que está fuera de la ciudad como hitchwiki decía y que por cierto es la más grande de Europa, al parecer la gasolina es barata por lo que mucha gente de Bélgica, Francia y Alemania van a llenar sus tanques ahí. Si hay algo que es barato en Luxemburgo es el transporte, por dos euros tienes dos horas para tomar cualquier tren a cualquier parte del país. Al llegar debía caminar media hora, cruzar la autopista por un puente y entrar a la gasolin... estaba enrejada, toda al rededor, la rodeé y no había forma de entrar más que por la autopista... que es ilegal. Sencillamente no había forma de hacerlo y completamente derrotada regresé a la ciudad de Luxemburgo a pensar que hacer.


En medio de la nada para buscar la gasolinera

Es esa, la azúl, malditaaaa

Los autobuses para ese día costaban más de 30 euros, el tren también era carísimo y sólo quedaba blablacar. Había un auto que saldría en una hora y cobraba 7 euros, era perfecto. Reservé y pagué el asiento y... el conductor me canceló porque no hablo francés. ¡Pero que hijo de las mil putas! el siguiente carro que salía era hasta las 5 de la tarde por 13 euros, ¿Acaso tenía otra opción? antes de pagar le escribí un mensaje al conductor preguntándole si le molestaba que no hablara francés. Como una persona decente me dijo que no, así que reservé mi asiento y pagué. Ahora tenía varias horas que matar, me fui a ver tiendas al centro, lo que no era muy cómodo con mi mochila.

Cuando me dio hambre me senté en una banca a comer un huevo hervido, porque siempre tengo huevos hervidos conmigo para emergencias. No tienen idea de lo útiles que son. Estaba quitándole la cascara sin molestar a nadie cuando una gitana se me acercó pidiéndome dinero para comer. Y sólo pensé "Mujer, estoy en una banca, comiendo un huevo hervido, ¡lo que no tengo es dinero! literal debo ser la única persona aquí que no tiene donde caerse muerta y me vienes a pedir." Como esas mujeres no aceptan un no por respuesta tuve que irme, lo siento, pero estoy segura que en sus bolsillos traía más de lo que yo llevaba en mi bolso, además de que estaba de muy mal humor por el fiasco de la mañana.

La hora llegó y me vi con el conductor. Si inglés no era muy bueno pero podíamos comunicarnos, aunque en algún momento el cansancio me pudo y me quedé dormida como por media hora. Me dijo que no había problema, que el también sentía como si se fuera a dormir, no fue algo muy tranquilizador saber eso. Lo bueno es que me dejó cerca del departamento de mi anfitrión por lo que sólo tuve que caminar 5 minutos y tocar el timbre.


Bye bye Luxemburgo

Gastos del 17 al 24 de mayo:

01 hamburguesa
03 waffle
08 comida
03 pita
10 cerveza
02 metro
01 cocacola
03.6 pasta
02 tren a Bechem
13 blablacar

46.6 euros total

jueves, 27 de julio de 2017

Una serie de eventos desafortunados en Bélgica

Después de menos de una hora de camino hacia Amberes la agradable mujer que condujo me dejó frente al museo Aan de Stroom. Es un museo que cuenta la historia de la ciudad, sin embargo mi meta se encontraba arriba. Para ver la exposición se debe de pagar pero se puede acceder al techo gratuitamente, y por lo que me han dicho, se puede obtener una muy buena vista a la ciudad. Digo que me dijeron porque ese día estaba cerrado, así que sólo lo pude ver por fuera.



Como vería a mi anfitrión de couchsurfing en dos horas decidí darme una vuelta por el puerto y parte de la ciudad. Era mi segunda vez en Amberes, la primera vez había sido en 2015 y sólo vi parte de la ciudad en la noche. Fue toda una locura esta vez, pueden ver algo de eso aquí:


Después de caminar un rato fui al apartamento de mi anfitrión. Desde que lo vi por primera vez me inspiró mucha confianza y entonces pude entender como él, un hombre, podía trabajar en un refugio para mujeres que han sido maltratadas. Nos saludamos, dejé mis cosas y después de colgar mi ropa por todo el lugar (Había lavado esa mañana en Breda pero no tuvo tiempo de secarse) salimos al centro.

Lo primero que me hizo notar fueron la gran cantidad de vírgenes Maria que había en las esquinas de los edificios. La ciudad es predominantemente católica y la Virgen Maria es su santa patrona. ¿Es acaso tanta la devoción que le tienen que hicieron una estatua en casi cada esquina? No realmente, esta mujer les ayudaba a evadir impuestos. Cada estatua está sobre una lampara de luz, antiguamente estas debían encenderse manualmente, lo que costaba buen dinero. Así que con esta estatua, se podía alegar que la luz no era para la calle, sino para ella, por lo que de esa forma no tenían que pagar nada. A veces la religión si que tiene las respuestas.


Llegamos al centro y caminamos un poco al rededor. La otra cosa interesante a notar fue la catedral. Si estuviéramos ahí les preguntaría si lo pueden notar, pero como es un blog mejor lo escribo ya. Tiene sólo una torre, esto es debido a que después de su construcción en 1521 decidieron posponerla, sin embargo se dio una rebelión de los protestantes quienes dañaron la catedral. Los españoles (si, estuvieron ahí también) los vencieron, la ciudad volvió a ser católica y reconstruyeron la catedral, una vez más, sin la torre. Unos dicen que por cuestiones de dinero, otros que es una representación al dedo de en medio dada a los protestantes. Quiero creer que es la segunda.


En fin, esto no es un blog de historia. Después de caminar por ahí nos dio un poco de hambre así que fuimos a comer kebab, que es básicamente lo más barato que se encuentra por ahí, y mi anfitrión como buen belga, se quejó de que las papas fritas eran de las que venden congeladas.




Esa tarde-noche él se vería con un amigo que no veía hace años. Me invitó a ir con él al bar pero advirtiéndome que no me prestaría atención. Como una chica de couchsurfing española lo había contactado para salir, supongo que supuso que podría hablar con ella, y si, así fue. No hay más que decir de aquella noche. Tomé cerveza de cereza (Mort subite, la amo), platiqué con la chica que era una española viviendo en Londres y escuchamos a un grupo tocar una música muy muy extraña pero interesante. Después ellos se fueron a otro bar pero yo decidí irme a dormir. 




Al día siguiente mi anfitrión se fue a trabajar y yo a explorar lo que me quedaba de la ciudad. Me recomendó darme una vuelta por el Middelheimmuseum, que es básicamente una exposición de estatuas al aire libre, así es, gratis. Está un poco fuera de la ciudad, pero es una caminata interesante. Pasé por el barrio judío y un par de parques.




El lugar es bastante bonito, pero una situación inesperada vino a empañar la experiencia. Mi teléfono comenzó a fallar, era la segunda vez que pasaba y tristemente yo sabía lo que tenía que hacer... reiniciarlo de fabrica. Así es, borrar todo (Menos mal mis fotos las tengo en una memoria externa). Pero no podía hacerlo ahí, no tenía Internet ni nada. Para colmo yo sabía que debía de estar en el apartamento antes de las 3:00 p.m porque tenía una entrevista por Skype para una beca que había solicitado. 

Regresé una hora antes de lo planeado para poder arreglarlo todo. Lo pude hacer justo a tiempo para la entrevista y entonces... skype no funcionaba, la videollamada no entraba. Me estaba volviendo loca. Después de media hora de intentarlo nos dimos por vencidos y no me dijeron más nada. Di por perdida esa beca y con mucha tristeza regresé a la ciudad.

Pasé frente a la estación de trenes, básicamente lo único que vi la primera vez que fui, que es una delicia a la vista. Me fui sin rumbos por varias calles, una más linda que la otra. Me perdí varias veces, aunque realmente no se puede estar perdida sino se tiene un destino fijo.

Estaba caminando por una calle algo difícil, el piso tenía un empedrado bastante irregular y filoso, por decirlo de alguna forma. Decidí sacar mi teléfono para consultar el mapa y lo inevitable sucedió, al pasar sobre una piedra más alta mi tobillo se dobló y sólo vi como mi celular salía volando mientras yo ponía las manos para no pegarme en la cara. Fue un desastre, me levanté como pude, mis manos tenían sangre por todos lados, recogí el celular rápidamente y me recargué en un muro. Caminé como pude a la banca más cercana a evaluar los daños. La pantalla de mi celular se había roto, me quería morir. Era la primera cosa cara que tenía en años y no me duró intacta ni 3 meses. Las semanas siguientes me daban ganas de llorar cada vez que la veía, pero ya me acostumbré. 


Sentí algo mojado abajo, toqué mi media y mi mano se llenó de sangre. Estaba completamente empapada, menos mal que tenía puesto el abrigo sino mis brazos hubiesen sufrido un gran daño. Mi día se había arruinado, haciendo mucho esfuerzo regresé al apartamento de mi anfitrión, quien me ayudó a limpiar la herida. Me dijo que si quería me podía quedar un día más para así no tener que cargar mi mochila. Puesto que mi anfitrión en Gante vivía muy alejado de la ciudad, decidí aceptar y le cancelé al otro. El resto del día lo pasé en el apartamento sintiendo pena por mi misma.

Sensual, y ahí ya se veía muy bien

En la mañana no tenía ganas de hacer nada de nada, pero como mi pierna ya no me mataba del dolor decidí ir a Gante de todas formas. Puesto que estaba muy cerca podría ir y regresar el mismo día. Me puse mi ropa y salí a la calle, no me puse una venda ni nada, así que mucha gente se le quedaba viendo a mi pierna y varios hicieron comentarios al respecto. Metiches hay en todo el mundo.

Me paré a la entrada del túnel que da a la carretera y después de 15 minutos una van con un hombre mayor se detuvo. No me podía llevar todo el camino pero me dejaría en Sint-Niklaas a un tercio del camino. Esto me pasó la otra vez, no podía conseguir un aventón lejano, todos eran a la siguiente ciudad, así que acepté. El hombre no hablaba nada de inglés, pero después me dijo que era macedonio así que hablamos en serbio. Al principio todo normal, después de invitó a comer a su casa, decliné diciéndole que debía llegar pronto a Gante. Después me contó su triste historia de como había pasado los últimos 10 años soltero para finalmente decirme que el doctor le dijo que no era bueno para su salud la falta de sexo. No se si esperaba que le dijera que yo lo curaba, pero me puse muy incomoda. Después no importaba lo que le dijese insistió en llevarme a la estación de autobuses... gracias, tuve que caminar 20 minutos hasta la carretera.

Lo bueno es que mi siguiente aventón fue dado por una persona normal. Un hombre también mayor que se la vivía viajando por trabajo. Había estado en todos lados pero nunca le daba tiempo de pasear, así que no había visto nada. En ese momento iba al aeropuerto para volar a Londres. También me invitó a comer, y la verdad hubiera aceptado porque me cayó bien, pero ya iba tarde y quería ver la ciudad. Me dejó en Lokeren, ya a un poco más de la mitad del camino.

Finalmente y después de una larga espera de dos minutos me recogió un chico árabe que iba a trabajar a las afueras de Gante. No hablaba mucho inglés y no conectamos, por lo que el camino fue algo raro, no teníamos tema de conversación, pero fue lo suficiente amable para desviarse un poco y dejarme en la estación de tren al sur de la ciudad. 

Caminé unos 15 minutos hasta el centro y la verdad es que quedé impresionada. El lugar es precioso, aunque lo primero que hice fue un lugar donde reparan teléfonos sólo para ver costos. 215 euros era lo que me cotizaban por una nueva pantalla, fue como un balde de agua fría. Como sabía que no podía pagarlos me dediqué a caminar por la ciudad. No hablé con nadie ni aprendí nada nuevo, así que sólo dejaré las fotos diciendo que Gante es una ciudad estudiantil, por lo que a diferencia de Brujas, esta tiene más vida durante el día y no muere a las 6 de la tarde.








El regreso fue más simple, el lugar que dice hitchwiki para hacer dedo tiene mucho espacio para los coches. Después de media hora de espera un señor se detuvo y me dejó hasta el apartamento de mi anfitrión, era un señor muy agradable, estuvimos platicando de varios temas todo el camino. Me dijo que tan pronto se retirara empezaría su vida nómada también, aunque a su esposa no le guste la idea haha. Intercambiamos contactos y me dijo que si un día regreso a Amberes su esposa y él me invitaban a cenar.

Pasé el resto de la tarde hablando con mi anfitrión y me fui a dormir. A todo esto, dormir era bastante incomodo ya que cualquier contacto con la tela me lastimaba la rodilla, pero hacía frío así que debía dormir sólo con una pierna de fuera. 

La mañana llegó y también la señora que va cada semana a limpiar, una mujer del Tibet con un inglés muy básico. Mi anfitrión y yo nos despedimos y se fue a trabajar, me quedé con aquella mujer haciéndonos preguntas muy simples. Me preguntó si tenía novio y cuando le dije que no sólo exclamó: GOOOOOD. Después me contó que su novio era muy controlador, pero para ella eso era normal, aunque se la pasaba mejor soltera sin pedirle permiso a nadie. Me pareció triste pero sé que esas cosas culturales son difíciles de cambiar.

Tomé mi mochila y comencé a caminar hacia el sur de la ciudad para hacer dedo a Bruselas. En varios grupos de facebook siempre leí malos comentarios sobre la ciudad, que es sucia, aburrida, no hay nada que hacer, con un día basta, etc... pero estaba emocionada porque mi anfitrión de couchsurfing se veía demasiado buena onda y muy loco (Eso de cruzar toda África en motocicleta no cualquiera).

Después de 30 minutos de espera una van se detuvo y un señor se bajó a ayudarme a subir mi mochila a la parte trasera. En el camino me contó como ya se había retirado pero como se aburría decidió abrir una empresa de transporte con su esposa. Sus hijos vivían todos en otras ciudades o países y al parecer les iba muy bien. Tenía una energía muy positiva y el viaje se hizo bastante ameno. Me dejó en el Atomium, un museo con forma de átomo y me tomó un par de fotos, lo que fue un buen cambio, ya que siempre termino con puras selfies.


Lo primero que hice fue dirigirme a la Europa en miniatura. No recuerdo bien el precio, eran como 13 euros, me dolió pagarlos pero a veces hay que desembolsar. El parque consiste en modelos a escalas de edificios emblemáticos de varios países. Un amor el lugar, y una trampa para turistas, pero no importa, adoro ese tipo de cosas. 




El tapete de flores en la plaza central sólo está unos días en el mes de agosto. Es una pena que no vaya a estar cerca para verlo, pero al menos pude ver la miniatura.




Cuando estuve en París no me dio tiempo de ver la Basílica del Sagrado Corazón, pero esto es igual... ¿Verdad?

Los baños termales en Budapest. Jamás he ido específicamente a estos, pero espero hacerlo pronto, ya que son los más populares.

Mientras recorría el parque recibí una llamada por Skype de la universidad. Esta vez si entró y ahí tuve mi entrevista, fue muy extraño. Me costaba escucharlas y me puse muy nerviosa, pero me dijeron que todo había estado bien y colgaron. Me sentí mejor de que al menos eso se había resuelto.

Terminé de ver el parque y me senté en la cafetería a descansar y comer algo de lo que traía en mi mochila...papas con chile, que nutritivo. 

Una vez descansada emprendí marcha de regreso al atomium, no me interesaba ver el museo pero el edificio se ve bastante bonito desde fuera, así que tomé algunas fotos y después fui a caminar por un parque que queda al lado. Caminé aproximadamente una hora y ya me sentía morir, la mochila me empezó a pesar demasiado. Los últimos 40 minutos antes de que mi anfitrión pasara por mi los pasé en una banca.

No voy a mentir, mi anfitrión me atrajo y mucho desde que leí su perfil. Otra persona me había aceptado antes, pero cuando este me aceptó le tuve que cancelar al otro, o más bien, le dije que sólo una noche y que lo vería el domingo, y así podría pasar dos días con este. La razón de que me atrajera no era su físico, era todo lo que había hecho. De verdad que tenía mil preguntas que hacerle sobre sus viajes y sobre como se había puesto en contacto con Médicos Sin Fronteras. Y cuando lo vi fue raro, no es mi tipo ni nada pero había un algo que me atraía demasiado.

Desde el primer segundo en que vi a Jeroen nos entendimos y hablamos sin problemas, como si nos conociéramos de toda la vida. Me llevó a su apartamento y me invitó queso y vino mientras seguíamos hablando sin parar. En algún momento nos acercamos demasiado y... 

Al día siguiente le dije que tenía ganas de conocer Leuven, por lo que iríamos a pasar el día ahí. Le dije que el otro chico de couchsurfing había planeado todo un día en Bruselas para enseñármela al día siguiente, así que podía ir a otro lado ese día. Jeroen hizo un comentario sobre quedarme el día siguiente con él y por alguna razón a veces tiendo a ser muy cuadrada y como ya le había dicho al otro que iría a ver la ciudad con él le dije que no.

Tuve que pasar rápidamente al baño y después fui a la habitación para decirle que estaba lista, se le veía muy serio, pero me dijo que era por el hambre. Fuimos a comprar unos snacks y los comimos frente a la iglesia, era demasiado y no pudimos acabarlos. Después de eso partimos hacia Leuven. El camino fue extraño y silencioso, no sabía que hacer. Supuse que era uno de esos chicos que una vez que se acuestan con alguien pierden todo el interés, así que me alejé y traté de verlo sólo como mi guía, aunque me sintiera mal.

Él había estudiado unos años en Leuven, así que secamente me mostró el lugar. Caminamos al rededor, fuimos a un parque a tomar algo, pero no estaba cómoda y esperaba a que el día por fin terminase. El lugar es bonito pero muy pequeño, se puede recorrer fácilmente en un par de horas. Me dijo que no sabía porque quería ir ahí, que "Leuven sucks".

La iglesia frente a la que comimos





En el auto por fin me atreví a romper el silencio y le pregunté que pasaba. Me dijo que nada, que no era mi culpa si él no me gustaba tanto. Y fue cuando por fin me dijo que le molestaba el hecho de que me fuera a ver la ciudad con un desconocido, pero si no gustaba de él estaba bien. Le dije que si, pero que no sabía porque lo estaba haciendo, que tal vez fue por el miedo ya que me habían roto el corazón unos días antes. Terminé llorando en el auto y por primera vez desde la mañana él dejó de fruncir el ceño y me dio su mano. Pasamos a un supermercado para comprar algo de cenar y me compró un chocolate belga que es de muy buena calidad para su precio de 2.5 euros la barra. Llegando al apartamento le cancelé al otro chico, quien no lo tomó bien y me bloqueó. 


Me llevó a conocer la ciudad, aunque no me dijo gran cosa de la historia. Sólo dejaré algunas fotos. 


Manneken Pis, el niño que orina, un símbolo de la ciudad y una gran decepción. No para mí, mi ignorancia era tan grande que ni sabía que existía.

La Grand Place, según Victor Hugo la plaza más bella del mundo. Está llena de edificios opulentos que solían ser casas gremiales como el de la cerveza. Hoy en día son oficinas y aproximadamente hay 6 residencias personales ahí. 



Cosas raras que uno ve por la ciudad

La mejor tienda erótica que he visto

Es verdad que la ciudad es sucia y es algo insegura,pero dentro de todo tiene su encanto. No es mi favorita, pero tampoco está mal.

Al siguiente día tenía que ir a trabajar de 7 de la mañana a 11 de la noche en el hospital, así que decidí ir a Maastricht por un par de días, puesto que ya tenía anfitrión ahí y de verdad quería conocer, ya regresaría el martes a Bruselas. Me llevé una mochila pequeña puesto que sólo serían dos días y salí a hacer dedo. Primero me llevó una familia de portugueses que viven en Bruselas, todos se hablaban en francés entre ellos a pesar de no ser su lengua materna, fue muy gracioso. Me dejaron en el medio de la nada a la salida de la autopista, relativamente cerca de un pequeño poblado llamado Vise, casi a la frontera con Países Bajos. Después de evaluar mi situación de me cuenta que tratar de conseguir un aventón hacia la autopista sería inútil desde ahí, así que escribí en mi cartón Vise pensando en que más carros saldrían desde ahí y me paré enfrente de un estacionamiento.

Un auto se detuvo rápidamente, era un hombre mayor algo corpulento. Me dijo que trabajaba en algo para la conservación de las aves, su inglés era muy básico y era difícil comunicarse. Me dijo que sólo debía de ir a firmar algo y que si quería me podía llevar hasta Maastricht, él era un poco raro pero parecía inofensivo así que acepté. El problema era que ese día había un evento de ciclistas y todas las calles estaban cerradas, él hombre se puso furioso y gritaba cosas en francés y neerlandés, daba miedo. Despotricando me llevó hasta Maastricht, hasta miedo me daba decirle que estaba bien, que ahí me bajaba. 

Sin embargo llegué viva y me dejó justo afuera del centro. Como mi anfitrión terminaría de trabajar a las 7:00 p.m decidí pasearme por la ciudad. Es muy bonita y bastante pequeña, toda se puede recorrer en el día. Está llena de estudiantes, bares, cafés, tiendas y demás. Ese día hubo un desfile, aunque nunca supe porque. Hasta me subí a un juego mecánico en la feria que estaba en el centro.










La hora llegó y me dirigí al apartamento de mi anfitrión. Cuando lo vi no me hizo gracia lo que vi, en las fotos no se notaba, pero era como una versión medio pelirroja y más joven de Rob, si, el mismo que me había roto el corazón en Utrecht días antes. Traté de ignorar ese hecho y actué normal y calmada. La verdad es que es una persona muy buena onda, estuvimos hablando un rato con su compañera de piso alemana, me preparó algo de cenar y salimos porque esa noche había un evento. Al final resultó ser un evento pequeño, así que sólo bebimos algo y regresamos a su departamento. Me preguntó si podría hablar con su novia al día siguiente, porque ella iba para Serbia en una semana y quería que le diera consejos, le dije que si, que me encanta hablar de Serbia.

Esa noche me enseñó el lugar donde dormiría, era un colchonsito super delgado, casi que dormir en el piso haha terminamos durmiendo en el mismo colchón, pero que conste que el único contacto físico que tuvimos fue a mitad de la noche cuando me pateó y ni cuenta se dio.


Al día siguiente me llevó en su bicicleta hasta unas cuevas hechas por el hombre que quedan justo cruzando la frontera a Bélgica.Las cuevas son enormes y consisten en kilómetros y kilómetros de laberintos, es muy fácil perderse, así que sólo me llevó a una pequeña parte que conoce. Fue una gran experiencia, no hay absolutamente nada de luz ni ruido, la temperatura es siempre de unos 15°C y encuentras grafittis bastante interesantes. Fue un recorrido muy lindo.




Sin embargo tenía que irse a trabajar, así que me dejó  cerca del monte Sint-Pietersberg, que es una agradable caminata por un parque bosque y una fortaleza a la que no vi como acceder. Y más o menos se tiene una vista a la ciudad, aunque no es tan alto porque como bien se sabe, los Países Bajos son bastante planos, así que este monte era bastante bajo.


Regresé a la ciudad para encontrarme con la novia, una chica brasileña/española que estaba estudiando en Maastricht. Pasamos hablando toda la tarde hasta que nos fuimos a reunir con mi anfitrión. Fue muy gracioso porque ella nunca había llevado a nadie en la bicicleta y casi nos matamos dos veces. Al final ellos se fueron a una fiesta y yo preferí quedarme, porque aparte era con música hip-hop y a mi no me va tanto eso. Me preguntó si su novia podía pasar la noche ahí, ya que su asa quedaba más alejada. Se me ocurrió que podríamos dormir los 3 en el colchón pero de forma invertida y usar el otro colchonsito para los pies. Así que como a eso de las dos de la mañana llegaron a molestarme haciendo ruido haha


En la mañana el día estaba precioso, así que fuimos a la tienda a comprar ingredientes para prepararles algo mexicano. Hice muchísima comida, así que pudimos invitar a dos de sus compañeras de piso. Finalmente me despedí porque quería pasar a Liege antes de llegar a Bruselas. 

Maastricht es una ciudad que definitivamente se va a quedar en mi memoria. Tiene un ambiente muy relajado, es bella y siento que las personas son más alternativas aquí. Los squads (edificios abandonados que la gente habita gratuitamente) abunda, existen numerosos bancos de comida, hay muchas personas haciendo dumpsterdiving, casi todo el tiempo hay festivales pequeños de música o fiestas, etc... es muy movida y perfecta para las personas jóvenes. En definitiva la consideraría para vivir unos años.

Caminé hasta la carretera y no esperé mucho antes de que un hombre mayor me llevara. Me dijo que no iba para allá, pero como no tenía nada mejor que hacer pues me ayudaría. Me contó que estaba enamorado de Indonesia, al parecer sus experiencias fueron diferentes a las mías. De Liege no hay mucho que decir. Tiene muchas escaleras, y si queda de paso creo que vale la pena darse una vuelta. En una hora se puede ver el centro. Y la verdad es que ya me quería ir a Bruselas.







Esperé mucho y nadie se detenía, hasta que una mujer me dijo que iba a Namur. En ese momento ya no me importaba si iba a China, yo sólo quería salir de ahí. Me dejó en una estación de gasolina donde un señor muy amable me llevó hasta Bruselas. 



Gastos del 8 al 16 de mayo

05.5 Shoarma
03 cerveza
00.7 papas a la francesa
06 albondigas
15.5 minieurope
05 papas y croqueta
02 dr pepper snack
20 secreto ;)
02 estacionamiento
04 juego mecánico
01.6 cerveza
01.8 frikandel
02.2 capuccino
02 comida

63.1 euros en total


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