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martes, 2 de mayo de 2017

Irlanda y Países Bajos: De amistades, tulipanes y un corazón roto

 La mañana en la que debía partir de Armagh llegó. El clima no estaba mal, aunque yo me sentía un poco desganada. De todas formas salí con mi letrero que decía Newry y después de unos 15 minútos de espera una van se detuvo. Era un señor mayor muy simpatico que debía de hacer algunas entregas por Irlanda. Después de platicar un rato me dijo que si lo esperaba a que hiciera un par de entregas, me podría llevar hasta Dublín. Acepté sin dudarlo, después de todo me ahorraría tiempo y esfuerzo.

Fuimos hablando sobre la vida todas las dos horas y media hasta que llegamos al centro de la ciudad. Me dijo que era la primera persona que conocía con este estilo de vida tan loco. Al llegar puso 20 euros en mis manos y no aceptó que se los devolviera, me dijo que fuera por un café. Yo no sé que clase de café tome él, pero esos euros me duraron 5 días. Me quedé muy agradecida, las personas que me topo suelen ser muy buenas.

La mañana en la que debía partir de Armagh llegó. El clima no estaba mal, aunque yo me sentía un poco desganada. De todas formas salí con mi letrero que decía Newry y después de unos 15 minútos de espera una van se detuvo. Era un señor mayor muy simpatico que debía de hacer algunas entregas por Irlanda. Después de platicar un rato me dijo que si lo esperaba a que hiciera un par de entregas, me podría llevar hasta Dublín. Acepté sin dudarlo, después de todo me ahorraría tiempo y esfuerzo.

Fuimos hablando sobre la vida todas las dos horas y media hasta que llegamos al centro de la ciudad. Me dijo que era la primera persona que conocía con este estilo de vida tan loco. Al llegar puso 20 euros en mis manos y no aceptó que se los devolviera, me dijo que fuera por un café. Yo no sé que clase de café tome él, pero esos euros me duraron 5 días. Me quedé muy agradecida, las personas que me topo suelen ser muy buenas.

Una vez fuera busqué wifi para comunicarme con mi anfitrión de Couchsurfing. Por suerte no me costó trabajo, en toda la zona de Temple Bar hay wifi gratuito. Nos pusimos de acuerdo y me fui hacia el punto de encuentro.

Cuando nos saludamos se veía agradable. Hablamos un poco los 15 minutos que tomaba llegar a su departamento. Sin embargo estaba muy ocupado ese día, por lo que dejé mis cosas, comí algo y salí a explorar la ciudad.

Estuve caminando pero ese día no quería estar sola.  A veces me dan mis momentos de querer ser sociable. La mejor idea que se me ocurrió fue utilizar la aplicación "hang out" de couchsurfing, mediante la cuan se puede ver que personas hay en el area que también quieran hacer alguna actividad. Me contacté con un chico brasileño que vive en Alemania y nos pusimps de acuerdo para vernos frente al museo nacional de Irlanda. Que por cierto, era gratuito, es una pena que no me diese tiempo de entrar.







Esperé unos 10 minutos cuando este chico aparece y sorpresa, no venía sólo, estaban también un amigo aleman suyo y un chico estadounidense que habían contactado por la misma aplicación. Creo que hubo química enseguida, todos nos caimos bien.

Terminamos en un parque, no sé porque si ellos estaban en otro parque antes de encontrarnos. Pero no me quejo, había tulipanes.




Después de eso fuimos a un pub en el centro pues había una reunión de couchsurfing/meet up. No estaba muy segura de querer ir porque no me manejo bien en grupos grandes. Me cohibo y generalmente me voy sola a una esquina. Pero igual decidí intentarlo, siempre tenía la opción de irme.

Al final no fue tan malo. Hablé con varias personas y cuando me senté en una de las mesas fue mucho mas cómodo. Ahí conocí a un chico chileno que había ido a tomar un curso de inglés, así que hablar español estaba prohibido haha y a un neozelandes que pensé que era japones pero resulto ser de origen filipino y era como el chico "cool" del lugar. Conocí a más personas pero sería con estos dos con los que saldría al día siguiente.



Al final el tiempo se pasó volando y se hizo tarde. Regresé al departamento de mi anfitrión, no sin antes acordar con los alemanes y el neozelandes que iríamos al free walking tour al día siguiente.

La siguiente mañana fue dificil. Más que nada porque había tenído que dormir en el piso. Si, a veces eso pasa con couchsurfing. Hay que agradecer que ponen un techo sobre mí cabeza. Pero aún así lo logré y salí para el tour. Pasé frente a una tienda brasileña y compré una guarana para mi nuevo amigo haha



El tour no estuvo tan bien, no lograba captar nuestra atención, así que lo abandonamos a la mitad. Los chicos querían comida, así que los acompañé. Yo no tenía hambre pero si quería algo dulce, así que fuimos a un restaurancito que tenía unos pasteles buenísimos.



De ahí nos fuimos al parque Phoenix porque hay venados y... no se necesita otra razón. Ahi nos encontramos con el chico chileno y querían ir en bici, ya que el parque es gigante. Pues bien, cualquiera que me conozca un poco sabe que yo en bici no avanzo ni medio metro. Tuvimos que pedir la que es para dos personas e hice el ridiculo de mi vida en lo que ne acostumbraba. En serio, parecía idiota.

Finalmente pudimos avanzar y encontramos facilmente a los venados, aunque no estaban tan bonitos. Que mala soy.




Después de regresar las bicicletas fuimos a buscar los baños y nos quedamos hablando en una mesa por un buen rato. Nos pusimos de acuerdo con una amiga de uno de ellos para ir a tomar algo más en la tarde y nos dirigimos a la ciudad.


Mientras caminabamos tuvimos algunas dudas sobre la construcción de una frase en inglés. Y ya que estabamos en Irlanda ¿Qué mejor que preguntarle a un local? Pues en Dublin parece no haber irlandeses, puro extranjero. Al final unos chicos gringos nos resolvieron la duda y terminamos uniendonos a su grupo para ir a comer.





Después de la comida nos separamos de nuevo, ya que ellos dejarían Dublin al día siguiente y tenían que empacar. Después de mil vueltas por el centro nos pudimos reunir con la otra chica y terminamos en un antro gay. Y claro, el 90% eran hombres, siempre es así. De ahí nos fuimos a otro lugar que es bar hasta las 11p.m, de ahí se convierte en club nocturno y hay que pagar para entrar. Llegamos antes para evitar eso. No pasó mucho más, hablamos, jugamos y bailaron, yo no sé así que sólo los vi. Mi anfitrión me envió un mensaje de que ya había llegado a casa y se quería ir a dormir. Así que cual Cenicienta, tuve que irme antes de la media noche.



Al día siguiente me quedé de ver con el chico chileno para ir al jardín botánico. Antes de eso pasé la mañana hablando con mi anfitrión, fue interesante. Me dijo algunas cosas sobre Irlanda del Norte y los problemas que hay aún hoy en día.

Ah, y aunque estabamos los dos solos, seguíamos hablando en inglés haha













A las casi cuatro de la tarde tomé el autobús para dirigirme al aeropuerto. Desde el jardín botánico tiene un precio de 2.70 euros, que no está mal. Después de eso no pasó mucho, la rutina en aeropuertos. Llegando a Amsterdam me recibieron dos agentes migratorios con una gran sonrisa, y puesto que era la ultima persona en la fila, una charla amena sobre viajes.

Pero después fui al baño y al salir me encuentro con que habían cerrado la puerta y no podía salir. Había un número telefónico para llamar en estos casos, sin embargo mi celular no tiene tarjeta sim. Mi idea fue golpear la puerta hasta que alguien escucho y llamó a uno de los trabajadores. 15 minútos después abrieron la puerta.


Ahora seguía esperar a Rob. Llegaría en menos de una hora y los nervios no me dejaban en paz. Me distraje con el celular hasta que su mensaje diciendo que ya estaba en el aeropuerto llegó. No puedo expresar lo que sentí al verle. Lo abracé como si nunca lo quisiese dejar ir, aunque sabía que eso era precisamente lo que pasaría.

Llegamos a Utrecht pasadas la media noche. Pasé una semana y media tan bella con él.

Cual esposa de los 50's me gusta cocinarle. Aunque a mi en general me gusta hacerlo.

Subimos a la torre de Utrecht. Oarece increible que nunca lo haya hecho. Tiene un costo de 9 euros e incluye un tour donde explican un poco sobre la historia de la torre.





Rob rescató a una paloma que estaba en los escalones, aunque al principio casi la pisa.


Super oferta que vi en el supermercado. 

Fuimos a buscar plantas, es increible l9 caras que pueden ser. ¡Un cactus por 30 euros!

Hubo una reunión de introducción a una conferencia sobre el crecimiento personal a la que terminé llendo. La introducción era gratuita pero el foro de 3 días tiene un costo de 550 euros. Ni en sueños podría yo pagar eso, así que disfruté de los bocadillos.


Una de las actividades más lindas que hicimos fue ir al parque Keukenhof. Este parque abre por aproximadamente dos meses al año y tiene una colección gigante de flores. Había partes que olían delicioso y en general todo el lugar era un deleite a la vista.

Sin embargo también hay que tener en cuenta la cantidad de personas que visitan el lugar. Es dificil conseguir una fotografía donde no se vea otro ser humano.

El costo es de 16 euros, los boletos se pueden comprar por internet o directamente en el parque. El estacionamiento tiene un costo de 6 euros. Se que se venden paquetes que incluyen el transporte, pero eso se ve en la página oficial.

Yo estaba encantada yendo de un lado a otro. 
















Hicimos una pausa para comer stroopwafelsr, waffles holandeses. En general no me gustan micho porque me parecen muy dulces, así que compartimos uno.




























¿Sabían que hay un edificio en Utrecht con un platillo volador en el techo? Es lo que queda de una exposición que hubo hace mucho donde pusieron varios objetos en los techos. 

Ese día salí con Laura y su esposo Ivica a cenar. Fuimos a un restaurante griego y aunque la comida era deliciosa, admito que al principio el lugar no me gustó. La música me pareció muy fuerte, sin embargo entré en ambiente y terminé, no bailando, pero casi bailando en mi lugar. Me agradó mucho la vivacidad del lugar.




¿Y lo demás? Fue una semana tranquila, muy tranquila. Cociné, vi películas, por fin vi Rick and Morty, etc... y bien, Rob y yo hablamos. Él no siente lo mismo que yo, por lo que todo sigue como estaba planeado y mañana me voy a otra ciudad a continuar mi viaje y cerrar este capitulo de mi vida.

Me duele, me duele muchísimo. No había sentido amor romántico por alguien en años, y es tanto que hubiese estado más que dispuesta a dejar mi estilo de vida, pero las cosas nunca son como uno quisiera.

No sé cuanto tiempo me llevará recuperarme, pero sé que lo haré. Tengo la distracción de la supervivencia, eso siempre ayuda a olvidar. He llorado mucho estos días, tenía un viaje a Groningen para el fin de semana pasado y no tuve las fuerzas de ir. Supongo que suena patético, pero así son las cosas. Tengo que dejar ir, nuestros apegos son los que nos causan sufrimiento. Sólo le deseo lo mejor y si un día él y yo volvemos a hablar, espero que sea feliz, porque cuando amas a alguien eso es lo unico que se le puede desear.

Así que esta aventura comienza de nuevo. Hora de salir de mi zona de comfort.

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