Salí en la madrugada para tomar el tren a Phitsanulok, me esperaban 6 horas de viaje de las que 4 las pasé más que dormida. En realidad uno de los controles me tuvo que despertar para que no se me pasara la parada.
Generalmente la gente llega en el tren y enseguida toman un autobús a Sukhotai. Ese era mi plan inicial, pero estaba viendo en booking hostales en la ciudad y vi que uno ofrecía quedarse en una tienda de campaña en el techo, lo cual me pareció muy curiosos y gracioso, así que decidí reservar una noche ahí.
Super agusto el lugar
Llegué al hostal y fue cuando conocí a Mark, un inglés que llevaba ya muchos años viviendo en Tailandia. Estaba casado con una tailandesa que conoció cuando vivía en Bangkok y años después se mudaron a la ciudad originaria de ella para criar a su hija. En fin, Mark me explicó lo que podía hacer en la ciudad, lugares cercanos interesantes y que de hecho podría visitar Sukhothai como un viaje de un día desde Phitsanulok. El caso es que me gustó tanto el ambiente del hostal que decidí quedarme una noche extra.
Ese día me llevó a comer a un restaurante con otra mujer que se estaba quedando en el hostal y después me paseé alrededor y fui a un templo cercano. También probé el sauna de hierbas, era muy raro porque estoy acostumbrada a ir desnuda o en bikini a los saunas, pero como es tailandia tenía que ir completamente vestida. El vapor tenía un olor acitronado delicioso, pero como ya es normal en mí, no aguanté mucho tiempo el calor y salía cada dos minutos a echarme una cubeta de agua fresca.
Era bambú y un café helado
Una calle normal
Al día siguiente fui a Sukhothai, mi idea era hacer dedo hasta allá, pero lo único que se detuvo fue un autobús hahaha así que ya me dio igual pagar los menos de dos euros del trayecto.
Sukhothai fue la primera capital del reino de Sukhothai establecida en 1238, que solía extenderse desde lo que hoy es Laos, el oeste de Tailandia e incluso llegaba a abarcar una parte de lo que hoy es Malasia. Hoy en día se pueden visitar las ruinas de lo que quedó de aquella ciudad. El lugar está dividido en 3 partes, cada parte tiene un costo de 100 baht (2.6 euros), también es posible rentar una bicicleta por 10 baht, hay que rentar una por cada sección que se visite, obviamente yo no lo hice. También decidí que sólo visitaría la parte más grande, ya que la tercera sólo incluía un templo con un buddha gigante, al que aparte le restringieron la entrada a varias partes y aparte soy pobre.
Saliendo del parque fui a buscar la comida del lugar, los noodles sukhothai, que básicmente son fideos de arroz con puerco. Estaban buenos, a mi me encantan todas las sopas y me costaron 40 baht.
De ahí caminé hacía la carretera y en el camino había cosas interesantes que ver.
Cuando creí estar lo suficientemente lejos de la ciudad levanté mi pulgar y casi de inmediato conseguí un aventon de 5 kilómetros. La chica se disculpó por no poderme llevar hasta mi destino pero tenía que ir al aeropuerto. Le dije que no importaba, que ya me había ayudado mucho. Mi siguiente aventon fue por dos policías, a fuerzas me querían llevar al Nuevo Sukhothai, pero logré convencerlos de que no, de que me dejaran en una estación de policía que ya estaba cerca de mi destino. Al parecer eso los dejó tranquilos y ahí me dejaron, en la estación me dejaron rellenar mi botella de agua y ya estaba sólo tenía que caminar un kilómetro.
Me costó un poco de trabajo pero logré llegar al Wat Tawet Klang, un templo muy raro y en mal estado donde parece estar representado el infierno budista, aunque los hay peores es bastante extraño.
Regresar a Phitsanulok fue fácil, regresé a la carretera y enseguida un auto que iba hasta la ciudad se detuvo. El señor era un poco raro y me dio una mala sensación, incluso le mandé a mi hermano señas del auto y fotos por si algo pasaba, y yo nunca hago eso. Al final el pobre hombre era bueno y me dejó en el mero centro.
Esa noche Mark nos llevó a otros huéspedes y a mi al mercado nocturno para cenar algo, ahí´fue mi primer acercamiento con los insectos. Pero igual comimos algo más normal para estándares occidentales.
Saliendo del parque fui a buscar la comida del lugar, los noodles sukhothai, que básicmente son fideos de arroz con puerco. Estaban buenos, a mi me encantan todas las sopas y me costaron 40 baht.
De ahí caminé hacía la carretera y en el camino había cosas interesantes que ver.
Cuando creí estar lo suficientemente lejos de la ciudad levanté mi pulgar y casi de inmediato conseguí un aventon de 5 kilómetros. La chica se disculpó por no poderme llevar hasta mi destino pero tenía que ir al aeropuerto. Le dije que no importaba, que ya me había ayudado mucho. Mi siguiente aventon fue por dos policías, a fuerzas me querían llevar al Nuevo Sukhothai, pero logré convencerlos de que no, de que me dejaran en una estación de policía que ya estaba cerca de mi destino. Al parecer eso los dejó tranquilos y ahí me dejaron, en la estación me dejaron rellenar mi botella de agua y ya estaba sólo tenía que caminar un kilómetro.
Me costó un poco de trabajo pero logré llegar al Wat Tawet Klang, un templo muy raro y en mal estado donde parece estar representado el infierno budista, aunque los hay peores es bastante extraño.
Regresar a Phitsanulok fue fácil, regresé a la carretera y enseguida un auto que iba hasta la ciudad se detuvo. El señor era un poco raro y me dio una mala sensación, incluso le mandé a mi hermano señas del auto y fotos por si algo pasaba, y yo nunca hago eso. Al final el pobre hombre era bueno y me dejó en el mero centro.
Esa noche Mark nos llevó a otros huéspedes y a mi al mercado nocturno para cenar algo, ahí´fue mi primer acercamiento con los insectos. Pero igual comimos algo más normal para estándares occidentales.
A que se les antojan estas cucarachas
El sabor no es tan malo, de hecho saben a la pura sal que les ponen, pero el gusto que dejan en la boca es asqueroso
Esa noche conocí a un chico español que acababa de llegar, un niño que comenzó su aventura a los 17 y acababa de cumplir los 18, que envidia tener esa valentía. En fin que lo convencí de ir conmigo a ver un templo al día siguiente, lo hice porque a él no le suponía un problema hacer dedo. También se uniría a nosotros una mujer de Singapour, pero ya se nos hacía tarde y ella apenas se estaba bañando. Y es que el autobús salía cada dos horas y el templo estaba lejos, así que no quería perder el de las 6:30 a.m, por lo que nos fuimos sin ella (Obviamente después de eso ya no me dirigió la palabra).
Llegamos a las 8:30 a la carretera cercana al templo, pasamos a una tiendita a que el chico español comprara algo para desayunar y nos dirigimos al templo, serían un par de kilómetros a pie colina arriba. Nos miramos el uno al otro y dijimos al mismo tiempo "¿Autoestop?" levantamos el pulgar y literal la primera camioneta que pasó nos levantó.
El templo se llama Wat Pha Sorn Kaew y si no hubiese sido porque estaba en remodelación habría sido el templo más hermoso e impresionante que habría visto en Tailandia. Está adornado con mas de 5 millones de mosaicos coloridos, tiene formas y acabados increíbles que recuerdan a la obra de Gaudí (El que diseñó la Sagrada Familia en Barcelona). A este si tengo que regresar, tengo que volver cuando esté listo y tengo que llevar ropa acorde.
No es justoooooo
Para el regreso a Phitsanulok hicimos dedo, pero había 3 cascadas que ver en el camino y un templo chino. Hacer dedo fue muy fácil, todas las veces encontramos quien nos llevase a la siguiente parada en menos de 5 minutos. Los tailandeses que nos llevaron fueron muy amables y siempre tenían una sonrisa en los labios.
Esa bebida rosa era sabor cereza, una bebida especial que estuvo en venta por una semana. Tomé una cada día porque de verdad que sabía deliciosa, tenía un sabor muy suave.
Cascada Poi, ¿pueden verme?
Yo y mi obsesión con las flores rosas
Cascada Kaeng Song, la más turística de las tres. Tenía incluso un lugar para rentar inflables
El niño no se animó a meterse al agua en l cascada Sakunothayan
Finalmente llegamos al Wat Khao Samo Klaeng, que aún no sé si es templo chino o budista, lo que si sé es que tiene una sobredosis de ornamentación y un buffet vegetariano en el que puedes pagar lo que quieras (se recomienda mínimo 20 baht pero nadie va a mirar cuanto das).
Finalmente regresé muerta al hostal, hicimos dedo en el estacionamiento del templo y enseguida una familia nos llevó casi hasta el hostal. Super agradables y sabían un poco de inglés, nos fuimos riendo todo el camino.
Atascado de cosas random
Para no hacer el cuento lago Mark me ofreció quedarme una semana y pagar mi estancia y comida con un par de horas de trabajo al día en su escuela de inglés, ya que la chica que estaba enseñando decidió irse antes. Imagínense niños tai hablando inglés con acento latino hahaha La verdad es que me sentía muy cómoda en el hostal por lo que acepté, sólo serían unos días hasta que la nueva chica llegara.
Conclusión, nunca seré maestra. No, no maté a ningún niño, pero me volvieron loca hahaha me estresaban demasiado y eran incontrolables cuando se ponían a hablar en tailandés. Pero aparte de las clases pasé unos días geniales.
Una tarde un chico que es amigo de Mark me llevó a pasear en moto por la ciudad, vimos un par de templos y los alrededores.
Fui a un evento en la noche donde la gente escuchaba música y bailaba.
Mark nos llevó a mi y a la chica que estaría dando clases a un tour por uno de los templos de la ciudad y también leí mi fortuna que no era para nada afortunada.
No pos gracias
Su esposa me enseñó a hacer Pad Thai, no sé porque dije que quería aprender a hacerlo si a mi ni me gusta hahaha
Amo a los tailandeses y sus traducciones
Comida - Precio, no necesitas saber más haha
Hicimos dedo hasta el templo del buffet, eramos 4 personas y aún así conseguimos quien nos llevara fácilmente, Tailandia es genial para el autoestop.
Fuimos a cenar para ver la luna de sangre, ¿Qué puedo decir? se veía mejor en persona.
Finalmente era hora de marcharse pues ya no tenía más que hacer ahí, me quedó un lugar para visitar, aunque ya era muy tarde para entonces pues lo ideal es ir en diciembre o enero, es un bosque que queda a unas 3 horas de ahí pero ya será para la próxima.
Y antes de que se me olvide, Mark preparando pan morado =P
En esos días conocí a un chico alemán con el que tuve un algo, un algo raro que no duró mucho hahaha pero igual terminamos de amigos. Y bueno, nos fuimos juntos a Chiang Mai en el tren.
El maldito tomó una selfie justo cuando me di cuenta que había olvidado mis audifonos en el hostal
