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domingo, 27 de enero de 2019

Chiang Mai y Pai

Las 5 ¿o fueron 6? horas que pasé en el tren desde Phitsanulok hasta Chiang Mai me parecieron eternas. No sé la razón, aprendí a sobrellevar los viajes pero esta vez me sentía tan aburrida. El chico alemán con el que estaba me prestó un libro "Do robots dream of electric sheep?" el cual tenía pendiente desde hacía más de 10 años, pero no podía concentrarme, leía una página y olvidaba al instante lo que había leído. No podía acomodarme en mi asiento ni dormir, estaba desesperada. Los minutos pasaban lentamente, la gente iba y venía, las vendedoras pasaban ofreciendo su comida y el tren se detenía en cada pueblo. A mitad de camino las puertas se abrieron y una ráfaga de polvo llenó el vagón, quedamos cubiertos de pies a cabeza. Fue lo más interesante del día antes de que por fin llegásemos. 

La ciudad me dio la bienvenida con un mail diciendo que el alojamiento nos había cancelado la reserva, tuvimos que buscar otro lugar de último momento. El otro sitio no estaba tan mal, aunque un poco alejado del centro. Nos dimos un baño y salimos a explorar, antes de llegar al centro fuimos a comer algo a un puesto local y probé lo que sería mi platillo tailandes favorito, khao soi (un plato similar a una sopa hecho con una mezcla de fideos de huevo crujientes fritos y fideos de huevo cocidos, hojas de mostaza en escabeche, chalotes, lima, chiles molidos fritos en aceite y carne en una salsa tipo curry que contiene leche de coco... gracias wikipedia). Era tan delicioso y barato, una porción me llenaba bastante y costaba un euro.

Creación divina, te necesito tanto

El día fue muy simple, caminamos por la ciudad, nos metimos a cuanto templo encontramos y disfrutamos un poco de la comida. En la tarde noche que íbamos de regreso al hostal me encontré en la calle al chico australiano con el que había estado paseando en Bangkok y que se fue a Myanmar, su novia estaba de visita y viajaban juntos por Tailandia, creo que se iban a otra ciudad en la mañana.










En la mañana cambiaríamos a otro hostal para quedarnos en un cuarto con 12 camas ya que nos dimos cuenta que nos llevábamos mejor sólo como amigos. Después de dejar nuestras cosas fuimos a rentar una moto y salimos a explorar la montaña de Doi Suthep a las afueras de la ciudad. Aunque antes de eso la policía nos detuvo y nos puso una multa por no tener permiso para conducir una motocicleta (el permiso de conductor internacional no bastaba), la multa es de 500 baht pero en el mismo local nos dijeron que trajéramos poco dinero y les dijéramos que sólo teníamos 200. Si si, la corrupción es mala, pero en serio, posteriormente me di cuenta que aún con la licencia correcta buscaban y buscaban hasta encontrar cualquier cosa para multarte (a un chico lo multaron por tener polvo en las luces).


En el camino a la cima había varios puntos donde hacer paradas.

La cascada Huay Keaw, más linda en tiempos de lluvia pero aun así no estuvo mal. No había mucha gente y era agradable simplemente sentarse con los pies en el agua.

Wat Pha Lat o el templo de la roca inclinada
Antes de que se hiciera la carretera los monjes debía subir a pie hasta el templo principal, por lo que este era un lugar para descansar en el camino. Es un templo muy tranquilo con pocas personas al rededor, hay letreros que piden guardar silencio pues hay personas meditando. Es un rincón muy agradable entre la jungla, he visto fotos del lugar durante la época de lluvias y luce mucho más bello y mágico que cuando yo fui. Una parada definitivamente recomendada.

Desde ahí está el primero mirador, lo malo es que la vista no era muy buena por el smog, supongo que era smog

En el mapa aparecía otra cascada señalada, pero era diminuta así que ni siquiera nos bajamos de la moto

Y finalmente llegamos al templo principal, el Wat Phrathat Doi Suthep, se dice que fue construido en 1383 y la carretera para acceder a este en 1935. Desde entonces ha estado creciendo más y más.

La estupa más importante y grande del templo, era imposible tomar una foto sin personas haha eso nos pasa por llegar tarde


Son 309 escalones los que tuvimos que bajar. Lo que es gracioso es que antes de ir al templo queríamos caminar por los alrededores, nos metimos por una calle a ver si había algo interesante y de repente estábamos dentro del templo, no entendimos ni como pasó.

Una parte a la que no pudimos ir fue a los jardines botánicos del palacio, al parecer mi falda era muy impúdica para poder pasar y no había forma de solucionarlo.

Hay una parte donde el camino se separa en dos, uno lleva a la cima y otro a un pequeño pueblo Hmong, el pueblo se ve en la foto. Decidimos no ir porque todo indicaba ser una trampa para turistas, vas y lo único que hay son tiendas. Considerando mi presupuesto no iba a poder comprar nada de todas formas. Así que simplemente fuimos a la cima y después regresamos a Chiang Mai.

Antes de ir a la ciudad hicimos una parada en el lago Huay Tung Tao donde hay varios lugares para sentarse a comer. Fue muy agradable estar cerca del agua e incluso me quedé dormida como por una hora.




Regresamos a la ciudad, fuimos a regresar la moto y caminamos hasta el parque Nong Buak pues el festival de las flores sería al día siguiente y esa tarde habían inaugurado el parque con todas las decoraciones. Se veía hermoso, todas las luces y colores, estaba maravillada. Fui al día siguiente durante el día pero no se veía tan lindo como en la noche.











En la mañana fue el desfile con carros alegóricos, ni en los pueblos en México vi tanto desorden. La gente se ponía enfrente de los carros para que les tomaran fotos y casi los atropellaban, todos estaban a la mitad del camino del desfile, enserio que si a la gente no se le ponen barricadas actúan como bestias.

Pero dejando eso de lado, fue lindo, todo tan colorido. Me encantan las flores y estaba feliz sacando fotos.









De ahí nos fuimos a ver templos.

Iba demasiado destapada por lo que me prestaron este bonito... olvidé el nombre, para poder entrar al templo. Había que dejar un deposito de 100 baht, pero con lo bonito que estaba me dieron ganas de quedarmelo. Igual hay que ser buena persona y lo regresé




A comer Khao Soi de nuevo.


Y solita me fui a ver un lugar que, según las leyendas urbanas, está embrujado. La casa de los leones, no hay mucha información en Internet e incluso batallé un poco para encontrar la ubicación. Pero cual fue mi sorpresa cuando vi que de abandonada no tenía nada, habían construido un hotel boutique ahí. Me metí al jardín a hacer fotos, el manager me vio, me tomó fotos y me contó que acababan de abrir el hotel, me dio un tour por adentro y una tarjeta de presentación. Fueron muy amables, pero yo estaba en un hostal de 100 baht (menos de 3 euros) hahaha




Más en la tarde fuimos al templo plateado, la entrada son 50 baht pero no había nadie en la entrada, es más, me enteré que cobraban ya después. Lo que fue bueno, porque en ese templo no se aceptan mujeres, o sea, podemos verlo pero no tocarlo. Somos impuras, literal había un letrero que decía que eramos impuras. Y aún así cobran lo mismo a mujeres y hombres.



Saliendo vimos un pequeño espectáculo con unos chicos bailando con espadas.


Esa noche fuimos a un mercado nocturno, estaba lleno de gente, demasiado. Tuve un ataque de pánico por la cantidad de gente y casi muero porque no encontraba la salida. Comencé a golpear a todos para abrirme paso, sentía que no podía respirar e iba a colapsar pronto. Terminé llorando como idiota en la calle y el pobre chico alemán tratando de calmarme. Caminamos por las calles vacías antes de regresar al hostal.

Mi pánico no me evitó ir por un mango sticky rice muahahaha

En la mañana este chico se fue a Pai y yo me quedé un día más en Chiang Mai porque me había gustado la vibra en general. Abrí hang outs en couch surfing y me quedé de ver con un gringo que acababa de llegar a la ciudad. Fuimos al barrio de Nimmanhaemin, que es como hipster. Hay una cafetería famosa llamada Ristr8to con muchos tipos de café... carísimos por cierto. Les digo, como experiencia está bien, pero ya más veces no creo.


Después de acompañó al centro comercial Maya a comprar unos audífonos nuevos y se fue a una clase de escalada, o algo así. Abrí de nuevo hang outs y me quedé de ver con un danés en la zona de comida del centro comercial. Di un par de vueltas viendo las tiendas y me fui a conocer al chico. Vi los precios de la comida y mentí, mentí diciendo que ya había comido y no tenía hambre, apenas una hora atrás había gastado como 5 euros en un café hahaha

Sinceramente no recuerdo que estuvimos haciendo, creo que caminamos alrededor de la zona y ya en la tarde noche fuimos a un restaurante birmano a cenar, pedí un curry con pollo super rico. Me enseñó el barrio donde vivía y me contó que era un nómada digital que enseñaba inglés en linea y llevaba un año viviendo ahí.


Me invitó a su departamento a ver videos en youtube. Ya sé lo que eso significa, y realmente el chico no me había gustado, así que es un misterio el porque acepté. Y si, comenzamos viendo videos de youtube pero de repente me besó, y yo aún no sabía porque me dejé, no tenía sentido. Le dije que estaba con el periodo y no tenía ganas de hacer nada más y me fui al hostal. Para esto habíamos tenido una conversación de que iría a Pai y de ahí a Chiang Rai, pero forzosamente tenía que regresar a Chiang Mai porque no hay un camino directo entre esas dos ciudades, y me invitó a quedarme una noche en su departamento si me parecía muy pesado hacer todo el camino a dedo en un sólo día, le dije que lo pensaría.

En la mañana salí muy temprano para hacer dedo, caminé un montón de kilómetros hasta que estuve fuera de la ciudad y estuve parada esperando como 20 minutos hasta que un señor mayor en su camioneta se detuvo. Para fortuna mía el hombre podía hacer frases simples en inglés, por lo que pudo haber algo de comunicación. Era un militar que estaba de camino al norte para visitar a su hijo. Me invitó a desayunar y un café gigante haha estaba muy rico. Me llevó como 20 km hasta la entrada de la carretera que llevaba directamente a Pai.


Ahí esperé unos 15 minutos, un chico me llevó como 10km porque iba de visita a su pueblo. Finalmente esperé como 3 minutos y un grupo de tais me llevaron hasta la puerta de mi hostal. Ninguno hablaba inglés así que toda la comunicación fue por google translate.

La carretera para llegar a Pai es difícil, son 762 curvas y dan bastantes nauseas. Se dice que siempre alguien termina vomitando, y en está ocasión se cumplió, la chica que iba junto a mi tuvo que salir corriendo, por suerte para mi no pasó de un simple malestar. Y al parecer en un auto se siente menos, pero en las vans llenas de turistas he escuchado que es horrible.



No se ve tan feo, pero enserio está horrible hahaha

Como quiera que sea, llegué al hostal, me instalé, conocí a una chica alemana y salimos al pueblo. Pai es chiquitito, pero por alguna razón que aún desconozco la gente se vuelve loca por ese lugar. Conocí a muchos que me dijeron que iban por 2 días y se quedaron dos semanas. Si en cualquier grupo de viajes preguntan sobre Pai, van a recibir mil respuestas de que es el cielo en la tierra.

Encontramos un restaurante que se veía bien con precios razonables y entramos a comer. La comida era rica y tal, pero a la hora en que trajeron la cuenta... era más del doble de lo que había calculado. Esta chica iba a pagar como si nada pero yo me puse a discutirles hasta que muy enojadas nos dieron la cuenta real. La chica me dijo que con razón su dinero e estaba acabando tan rápido, ella siempre pagaba sin pensar lo que le decían.


Ese día no hicimos demasiado, sólo ver el pueblo y los alrededores. En la tarde vimos al chico alemán con el que había ido a Chiang Mai y los tres paseamos por el mercado nocturno de comida y fuimos a un bar a tomar algo, en mi caso coca cola porque no soy muy afecta al alcohol haha

Para el siguiente día tomé el camino fácil y tomé un tour que nos llevaría a una cueva, al Buddha en la montaña, a unas aguas termales y al cañón de Pai para el atardecer.


La cueva me gustó mucho, era bastante amplia e incluía un pequeño recorrido en lancha. Es obligatorio entrar con guía, que son las que llevan las linternas y tratan de explicar algo de la cueva, pero en realidad no explican nada.



De las aguas terminales no puedo decir mucho, no me gusta mucho el agua caliente, en cuanto descubrí que había una alberca con agua fría me fui para allá. Conocí a un chico australiano increíblemente lindo que vivía en Chiang Mai... con su . En fin, mala suerte.

Estas no son las aguas termales, pero x, fue una parada más hahaha

Y el cañón, un lugar precioso en el que un montón de personas se reúnen para ver el atardecer. 

Lastima que tocó en remodelación

Aún así la vista era buena

Esta foto si es de las aguas termales =P

El cañon :)


Toda la gente esperando la puesta de sol

En la noche fuimos de nuevo al mercado de comida y de ahí me despedí del chico alemán porque ya se iba de Tailandia.

Todos deberíamos de aprender de esta señora que le vende pasto a los estupidos farangs, y carisimo. No domina el mundo porque no quiere

Para mi último día en Pai fui a una cascada con la chica alemana, fue un camino bastante largo y un poco fastidioso porque había que cruzar un montón de riachuelos. Al principio me quitaba los tenis para cruzarlo pero ya después me dio igual mojarlos. La verdad es que mi condición física no es la mejor y terminé bastante cansada ya que había un camino bastante empinado para andar. Antes de llegar a esa parte vimos a una chica preciosa, con un vestido de verano muy lindo caminando casi como si flotase. Nos dijo que el camino se pondría algo más complicado y siguió su camino en dirección contraria, sin una gota de sudor, sin una respiración agitada, fue como ver a un  hada del bosque.



Estuvimos en la cascada un rato relajándonos y metiendo los pies al agua para refrescarnos hasta que me aburrí y nos fuimos. La verdad es que entonces me di cuenta de porque prefiero hacer las cosas sola. Esta chica parecía que tenía prisa por terminar el recorrido y caminaba muy rápido, mientras que yo quería ir lento, mirando a los alrededores y buscando detalles bonitos para sacar fotos. Primero trataba de seguirle el paso pero eventualmente la perdí de vista y fue cuando más disfruté el lugar en el que estaba. Mucha gente me adelantaba, iban casi corriendo mientras que yo iba a paso de caracol. No lo sé, cuando estoy en la naturaleza no veo cual es la razón de apurarme... a menos que vean un oso, entonces si apurenle.


La chica alemana me estaba esperando en su moto, me dejó en el centro del pueblo y se fue. Nunca la volví a ver, aunque aún hoy en día me deja corazones en instagram. En fin, me fui a comer una sopa Tom Yum y pasé el día sólo caminando por ahí, nada extraordinario.



Ya había tenido suficiente de Pai, a la mañana siguiente caminé a la carretera para hacer dedo hasta Chiang Mai. Habré esperado unos 20 minutos hasta que un hombre en su camioneta se detuvo. No hablaba nada de inglés y su trato no era tan amigable, era más bien brusco, pero igual me subí. Después de unos 5 kilómetros había dos chicos franceses haciendo dedo también, por lo que igual los subió. Por cierto, siempre son los franceses los que apestan. O sea, no todos los franceses, pero cuando un mochilero huele mal suele ser francés. Muchos se han quejado de lo mismo, un fenómeno extraño de la naturaleza supongo.


El señor me dejó a las afueras de Chiang Mai, a unos 15 kilómetros, por lo que hice dedo nuevamente. Un tuk tuk se detuvo y le decía que no tenía dinero, la conductora me dijo que no importaba, que igual iba rumbo a la ciudad y seguramente nadie iba a requerir sus servicios en el camino, pero que tenía que acompañarla a hacer una entrega primero.


Fue al Tiger Kingdom a entregar un paquete. Que aprovecho para decirles que no vayan a ese lugar. Si, la idea de tener tu foto narcisista abrazando a un tigre suena muy tentadora, pero no sean mamones, los tienen todos drogados para que se dejen acariciar. ¿A ustedes les gustaría que los tuvieran drogados todo el santo día mientras un montón de gente los toca?

Y bueno, una vez ahí llevó a otra señorita que sabía más inglés para preguntarme que por qué estaba haciendo autoestop en Tailandia. Que si no tenía dinero o que pasaba. Sólo les dije que me gustaba, que era divertido. Luego me dijo donde me podía dejar la conductora del tuk tuk, era como a 4 kilómetros a las afueras del centro de la ciudad. Le dije que me parecía perfecto, por lo que le escribí un mensaje al chico danés para que me fuera a recoger. Aunque si lo dudé, pensé en simplemente tomar la carretera a Chiang Rai, no sé que me llevó a enviar ese mensaje. Me respondió que llegaría en 15 minutos.
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