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jueves, 3 de agosto de 2017

Estrasburgo y Colmar, dos lugares de cuento

Toqué el timbre y me abrieron la puerta enseguida. Entré en el edificio pero nadie venía, esperé un par de minutos hasta que decidí seguir el sonido de la música y llegué al departamento de mi anfitrión de Couchsurfing, quien me preguntó por qué había tardado tanto en subir. Me mostró el departamento y salimos a dar una vuelta. Esa noche su compañera de piso estaría celebrando su cumpleaños, así que habría fiesta en el departamento. Como yo soy socialmente inepta le dije que no tenía problemas por eso, pero que prefería mantenerme al margen, además de ya saber la fama que tienen los franceses de no hablar otros idiomas.

Era un poco tarde y pronto se iría la luz, así que pasamos a una tienda a comprar algo de tomar (y yo de cenar) y me mostró un poco del centro. La ciudad es preciosa, es de las que más me han gustado, me sentía en un cuento de hadas. Estuvimos hablando todo el tiempo y nos entendimos muy bien, compartíamos el mismo sentido del humor así que cada dos frases hacíamos una broma.


Llegamos hasta el lado del río y nos sentamos a tomar y comer. Me contó como había vivido varios años en Japón y que no podía esperar para volver. También me contó su peor experiencia de couchsurfing con un chico turco que le contó riéndose como abusaba o trataba de abusar sexualmente de las chicas que hospedaba, le dio tanto asco que se tuvo que salir enseguida. Eso no ayudó mucho a cambiar mis prejuicios pero así son las cosas. Hablamos de viajes y de planes a futuro, al parecer tenía pensado volver a Japón. Mientras tanto escuchamos como una chica caía al río, su amiga la había empujado, así con ropa y todo, creo que habían bebido de más. La chica salió sólo para que su amiga aventara su botella de agua al río y esta se volvió a lanzar para ir por ella. Fue todo un espectáculo. 


Regresamos al apartamento y después de tratar de estar en la fiesta por 5 minutos mejor me fui a dormir. Fueron tres veces las que alguien entraba al cuarto y al verme pedían perdón y se salían. Admito que tuvo su gracia.

A la mañana siguiente me levanté y me fui a caminar sola por la ciudad. Después de un par de horas mi anfitrión me escribió diciéndome que ya se había levantado e invitándome a regresar al departamento por café y un pan con chocolate, muy francés el desayuno.











Fuimos a caminar por un parque porque según el tenían un pequeño zoologico al aire libre pero nunca dimos con él. Era un día caluroso y soleado, así que el lugar rebozaba de familias y jóvenes tomando el sol y jugando en el pasto.


Nos dimos una vuelta por el Consejo Europeo

Regresamos al departamento a preparar pasta, de ahí mi anfitrión tenía otra fiesta pues era el cumpleaños de su hermana y mientras tanto yo me fui a la ciudad. Recuerdo estar un poco angustiada caminando por el centro porque en un par de días me iría a Zurich y no tenía anfitrión. Un chico me había dicho que me podía hospedar una noche, pero yo necesitaba tres. Me senté en la plaza por media hora a escribir más peticiones, por suerte un chico me aceptó en ese lapso de tiempo y pude respirar tranquila.

Seguí caminando y tomando fotos sintiéndome encantada con el lugar. Ya que las tiendas estaban cerradas y el centro prácticamente muerto decidí regresar al apartamento. Mi anfitrión regresó poco después y platicamos hasta muy noche. Le pregunté su edad porque en su perfil decía que tenía 99 años. Yo pensé que tendría unos 30, pero no, tenía 40, maldito, no se le notaban en lo absoluto. 






En la mañana fuimos a comprar pan con chocolate, desayuné y me fui. Ese día iría a Colmar, un pequeño pueblo un poco más al sur. Hasta hacía poco no sabía nada de este pueblo ni de Estrasburgo, todo lo había leído en un grupo sobre Europa en Facebook y quedé encantada con las fotos. No parece real de lo bello que es. Creo que me queda en el tintero explorar más de la región de Alsacia. Que por cierto queda en el este de Francia, en la frontera con Alemania, por lo que no es de extrañarse que la arquitectura pueda parecer más de pueblito alemán, o al menos eso es lo que a mi me pareció.

Tomé el tranvía porque el lugar para hacer dedo estaba demasiado lejos, fueron como 45 minutos. Compré el boleto y al querer validarlo dentro me di cuenta que eso lo tenía que haber hecho en las maquinas de la estación. Ni hablar, sólo me quedaba rogar que no se subiera ningún control. Por suerte no pasó y después de media hora de caminata llegué a la estación de gasolina donde podría comenzar a hacer dedo.


Me sentía un poco desanimada porque había muy poco tráfico. Pero después de poco más de 30 minutos un par de chicos se detuvieron. Eran unos parisinos que habían aprovechado el puente para explorar la zona, y para mi grata sorpresa hablaban muy bien el inglés. Cuando supieron que era de México la conversación resumida fue así:

Chica: ¿Enserio? Yo voy a ir a México pronto por un semestre
Yo: Noooo ¿A que parte?
Chica: Guadalajara
Yo: ¡Yo soy de ahí!
Chica: ¿Enserio? voy de intercambio, has escuchado hablar del ITESO
Yo: Pero si es donde estudié la universidad.

Una locura, el mundo es realmente muy pequeño.

Llegamos al pueblo, les di las gracias y me bajé lista para explorar. El gusto me duró poco porque la mochila me comenzó a pesar y las calles estaban atascadas de turistas. Sentía que había llegado a la Brujas de Francia. Una vez más, no hablé con nadie ni aprendí nada, así que sólo dejaré fotos. 














Después de unas horas mi espalda me mataba, así que decidí que era hora de irme. Caminé hasta la carretera pero como no tenía cartón y si hambre me detuve en un McDonalds para comprar una hamburguesa barata. Se me ocurrió usar el papel que le ponen a la charola para escribir el nombre de mi siguiente destino.

Fui a pararme a un lugar hasta que un señor me dijo que ahí nadie se detendría, que era mejor caminar aún más cerca a la entrada de la autopista. Le hice caso y felizmente vi que tenía razón, había un mejor lugar. Un señor se paró después de un par de minutos. Comenzó a hablarme muy rápido en francés y me sacó un poco de onda. Trataba de responderle pero me trababa y olvidaba las palabras. Le entendí que me preguntó de qué país era y cuando le dije que de México me dijo "Ah bueno, entonces hablas español." Mira por donde, me terminó recogiendo un español que llevaba como 50 años viviendo en Francia. Me contó sobre su familia y su vida en Francia, de como ya estaba retirado pero se aburría por lo que se voluntariaba en una compañía de entregas para tener algo que hacer, y eso era lo que lo llevaba ese día a Mulhouse.

No tenía ningún interés en visitar Mulhouse, pero fue donde encontré un anfitrión de couchsurfing y me quedaba de paso para ir a Zurich. Todo mundo me dijo que no tenía nada de especial, lo cual era perfecto, porque estaba cansada y no tenía ganas de visitar nada de todas formas. Esperé en la estación de tren hasta que mi anfitrión pasó por mí de su trabajo. Me llevó a su departamento y se metió a bañar mientras yo buscaba anfitriones en Berna. Después de eso me acompañó al supermercado, ya que quería comprar toda la comida que iba a consumir todos los días que estaría en Suiza. Compré un montón de cosas.


Ya después en el departamento me preparó una cena marroquí, puesto que él es de ese país. Había conseguido una beca para estudiar en Francia y ya estaba por terminar. Me dijo que no sabía si buscaría algo más en Francia o regresaría a su país a trabajar.


Algo que no mencionó en su perfil es que la cama era compartida. Decidí no enojarme ni hacer escándalo, sólo le dije que por mi no había problema, que yo tenía mi saco de dormir. Después de un tira y afloja por fin sacó un colchón inflable que tenía guardado. ¿No les digo? Estos hombres aprovechados. Al final pude dormir tranquila, él se fue a trabajar a las 6 de la mañana y yo después de tratar de cargar mi mochila y ver que el precio del autobús a Zurich era de 7 euros, decidí tomar el camino fácil.

Caminé como pude hasta la estación de autobuses, mi mochila jamás había pesado tanto. Finalmente abordé y con algo de temor por cuestiones monetarias me dirigí hacía Zurich.

Bye bye Francia

Gastos del 24 al 26 de mayo

03.3 cena
01.4 hamburguesa
01.6 desayuno
01.7 tranvía
01.5 hamburguesa
20 comida para Zurich
07 bus a Zurich

36.5 euros total

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