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domingo, 30 de julio de 2017

Amor y drama en Bruselas, calma en Luxemburgo

Tan pronto llegué a Bruselas busqué wifi para avisar a Jeroen que estaba a escasos 5 minutos de su apartamento. Me dijo que caminara hacia él y nos encontraríamos en el camino. Fue tan lindo verlo otra vez y abrazarlo. Ya era un poco tarde así que no salimos a ningún lago, ni siquiera recuerdo que cenamos. 

Sin embargo no todo es agradable, desperté sintiéndome muy mal emocionalmente. No sé la razón, pero me sentía muy triste y no podía parar de llorar. Él se fue al trabajo y su edificio es raro, si no se tiene llave no se puede ni salir, por lo que tuve que salirme con él a las siete de la mañana. Me fui a un parque a llorar por un par de horas, después me di cuenta que traía sólo un par de euros en la bolsa. El día pintaba bastante bien.

Me fui caminando al centro a pesar de que él me dio su pase mensual de transporte público, cuando me siento así me relaja caminar. Me tomó aproximadamente una hora llegar ya que caminé lentamente. No me sentía mejor así que después de dar un par de vueltas por ahí me metí a un McDonalds y compré una hamburguesa de un euro. Me senté hasta el rincón más recóndito del lugar y procedí a comer muy lentamente mientras leía la estupidez del momento en facebook, la historia de Tamara, por alguna razón me hizo sentir mejor esa tontería.



CHOCOLATEEEEE

Salí justo a tiempo para tomar un Free Walking Tour que comienzan en la Grand Place. A pesar de elegir el tour en inglés el guía era un chico mexicano estudiando su maestría en Bruselas. No puedo decir nada en especial sobre el tour, no me gustó mucho, no sé si fue por él o por mi. Le pregunté si existía un restaurante decente de comida mexicana ya que me gusta probar ese tipo de cosas en otros países y me respondió muy groseramente incluso antes de siquiera terminar la pregunta.

Hicieron una versión en niña para atraer al turismo a la zona de los restaurantes y bares

No se nota, pero era el auto de volver al futuro

Parecía quinceañera

Semaforos gays X3

No puedo recordar que hice después, sólo que llegué al departamento de Jeroen y por suerte mi celular se pudo conectar a su wifi para decirle que estaba fuera ya que tampoco tenía timbre en la puerta. Cuando lo vi no pude evitar ponerme a llorar de nuevo, no sé que es lo que me pasaba.

Esa tarde fuimos a comprar cosas al supermercado y por cuestiones del destino había un departamento disponible para que yo me quedara. Estaba un poco más cerca del centro y así podría tener llaves para ir y venir cuando quisiera. Sólo que Jeroen dormiría en su departamento porque tenía que irse a trabajar muy temprano y el trabajo le quedaba cerca de su departamento. Sinceramente todo era muy raro.

Lo único digno de contar del día siguiente fue que cuando estaba en la ciudad comiendo un waffle sentada en La Grand Place un hombre se sentó junto a mi y comenzó a hacer plática. Ahora, admito que tengo un prejuicio hacia los hombres turcos, pero aún con mi prejuicio siempre me digo: "ok, vamos a ver si este es diferente." Le seguí cautelosamente la plática. Me preguntó si vivía en Bruselas, le mentí diciéndole que si. Me preguntó la razón y le dije que porque había conocido a un belga y estaba con él, eso no fue tan mentira. Después de hablar un rato, de que me preguntara cosas de Bosnia y Serbia porque iría ahí de vacaciones y de alejarme cada vez que me quería tocar el brazo, me dice que tiene un apartamento en el centro y que si cambiaba de opinión podía quedarme con él. Sólo le dije que debía de ir a comprar los ingredientes para cocinarle la cena a mi hombre y me fui. Si, es una frase machista, pero me molesta que los turcos siempre hagan eso y quería dejarle bien claro que sus insinuaciones no eran bien recibidas.

ONU


Más ONU




No era tan mentira, porque en realidad fui a comprar cosas para cocinar la cena. Cocinar a veces me relaja y me pone de mejor humor, así que cuando Jeroen llegó todo estaba bien y ese día no lloré. Me alegró que le haya gustado lo que preparé, y me puse triste cuando se tuvo que ir a eso de las 11 de la noche.

No tengo nada que contar sobre el viernes, creo que ni siquiera salí a la calle. Si será que salí para comprar ingredientes para la cena y listo. Al menos llegaba el fin de semana y se quedó a dormir

El sábado fue la marcha del orgullo gay, a la cual se nos hizo muy tarde para ir. Sólo llegamos a la fiesta que se traían en las calles. Lamentablemente me engenté y no lo disfruté tanto, nos fuimos a un bar a tomar una cerveza y regresamos al apartamento. Creo que siempre teníamos el plan de ver una película pero nunca lo logramos.




El amor está en todas partes

El domingo fue mi cumpleaños, lo pasamos todo el día dentro. Preparamos pizza y bitterballen y comimos hasta reventar. Hablamos mucho disfrutando del buen clima en la terraza y tomamos cerveza de frutas. Fue un día bastante lindo, un buen cumpleaños debo decir. Aún puedo recordar su sonrisa, su voz, sus manos, esos ruidos random que hacía a veces, nuestras conversaciones y siento decirlo pero, lo increíble que era en el dormitorio.




Así súper falso todo haha

Esa última noche limpiamos el lugar y regresamos a su apartamento. Arreglé mi maleta y me aferré a él hasta quedarme dormida. Claro que ronca entonces me despertó varias veces y quería matarlo haha de igual forma cuando nos despertamos, desayunamos y terminamos el café me sentí muy triste pues ese día partiría para Luxemburgo.

Es lo malo de esta vida, aunque no voy a mentir, si él me hubiese pedido que me quedara más tiempo, lo habría hecho. Pero él es como yo, él sabe lo que viajar significa en mi vida y no me querría detener. Además, él mismo se iría pronto a África por seis meses, no tenía sentido.

Salimos del departamento, nos dimos un último abrazo y comencé a caminar. Escuché pasos detrás de mí, era el corriendo para darme un último beso. Es que es un amor, todavía lo recuerdo y me dan ganas de llorar.

Tomé el metro hasta las afueras de la ciudad donde hitchwiki dijo que era el mejor lugar para hacer dedo a Luxemburgo. Escribí mi cartel y vi como un chico hacía dedo hacia Leuven y consiguió un aventón. Estaba en el lugar correcto. No estuve parada ni 5 minutos cuando un auto enorme se detuvo, vi las placas y sabía que llegaría antes del almuerzo. El hombre que me llevó era un poco mayor, bien vestido y muy criticón. Al principio me habló en francés y traté de responderle en el mismo idioma, pero la verdad es que lo hablo fatal. Después de que nos enteramos que los dos hablábamos inglés me dijo que mi acento era catastrófico. Me dijo su nombre pero que por favor no lo dijera en voz alta porque no se quería ni imaginar como lo iba a pronunciar, que mejor lo llamara por la versión en español, Guillermo. Suena a que era una persona muy grosera, pero para nada, me hizo reír mucho. Me contó de su trabajo, su familia, sus viajes, etc... fue un viaje ameno.


Al llegar contacté a mi anfitrión de couchsurfing, me dijo que llegaría a la una, eso me dejaba dos horas libres en los que me dediqué a caminar por los alrededores, aunque no mucho porque mi mochila estaba pesada. En esa caminata noté que muchas personas vestían muy bien, vi a varias mujeres caminando con bolsas de compras en las que traían productos de Chanel o Guchi. En ese lugar había dinero y se notaba. Comenzaba a preocuparme puesto que no traía mucha comida y no se veía nada barato.

A la una llegó mi anfitrión y me dejó pasar al departamento para dejar mis cosas, también me invitó la comida, algo muy sencillo, huevos revueltos con salchicha vegetariana. Hablamos un poco y después tuvo que regresar al trabajo, ya que se iría de vacaciones en dos días y tenía mucho que terminar. 

Salí a caminar por la ciudad. Primero fui por el valle que la rodea, al principio recorrí un parque muy lindo y tranquilo, los puentes de la ciudad se ven geniales desde abajo. Llegué casi hasta el final y me seguí caminando por el centro. Sin embargo el lugar es muy pequeño y terminé de verlo en algunas horas. Se me ocurrió utilizar la aplicación de "hang out" de couchsurfing que sirve para ver quien en las cercanías quiere hacer algo. Me quedé de ver con un chico holandés que andaba de visita, y para esto un chico de couchsurfing al que le había escrito también si me podía hospedar me dijo que sólo podía quedar para salir, así que al final los tres fuimos a una tienda a comprar cerveza (Yo una coca cola porque así soy de aburrida) y fuimos al parque a tomar, no sin antes pasar por uno de los atractivos de la ciudad, el elevador que tiene una pequeña parte de suelo de cristal.















El elevador

El chico holandés había estado viajando a dedo por Francia y había llegado el día anterior a Luxemburgo, el otro chico era un polaco que había conseguido un empleo ahí y se había mudado hacía un par de meses.  Después de un rato fuimos a un pub a beber otra cosa y a eso de las 11 de la noche mi anfitrión regresaba, así que me fui a dormir.

Cerveza local


En el segundo día no había mucho que hacer, caminé de nuevo por la ciudad y fui a otro parque en el que hay un museo. No me pareció tan interesante así que regresé a la ciudad. Volví a dar otra vuelta, me senté en una banca a ver pasar a la gente, jugué un poco con el celular y finalmente me dio hambre. Como esta vez mi anfitrión me había dejado las llaves decidí ir a comprar un paquete de pasta y salsa para comer. Quería champiñones pero estaban tres veces más caros que en otros países, así que nada, sólo compré lo estrictamente necesario.



Sinceramente creo que es de lo más raro que he visto

Museo

Cociné y comí demasiado, tanto que me dio sueño y me quedé dormida hasta las 6 de la tarde. Al despertar se me ocurrió contactar a las dos personas que conocía en Suiza para preguntarles si estarían ahí... ambos estaban en Italia. Mala suerte la mía. Pasé algún rato mandando solicitudes de couchsurfing a Zurich, Berna y Ginebra porque en ese país nada podía salir mal, cualquier error sería muy costoso. Seguramente me veía muy graciosa, ya que mi anfitrión no tenía wifi en su apartamento, pero si sacaba el celular por la ventana podía conectarme al wifi de la ciudad, así que ahí me ven con medio cuerpo de fuera por más de una hora. Enviar solicitudes toma mucho tiempo, ya que las hago personalizadas, generalmente las escribo antes de irme a dormir.

No tengo idea de a que hora habrá llegado mi anfitrión. Me dijo que pusiera las llaves en el buzón para que así no me tuviera que despertar al llegar. A la mañana siguiente ambos teníamos que salir temprano, él iría a recoger a su hijo a Gante y yo me iría a Estrasburgo en Francia. Es una pena que no hayamos pasado prácticamente nada de tiempo juntos, me gusta usar couchsurfing para conocer gente, pero le agradezco el que me haya dado un techo por dos noches.

Caminé hacia la estación de trenes y compré un boleto para ir a la estación de gasolina que está fuera de la ciudad como hitchwiki decía y que por cierto es la más grande de Europa, al parecer la gasolina es barata por lo que mucha gente de Bélgica, Francia y Alemania van a llenar sus tanques ahí. Si hay algo que es barato en Luxemburgo es el transporte, por dos euros tienes dos horas para tomar cualquier tren a cualquier parte del país. Al llegar debía caminar media hora, cruzar la autopista por un puente y entrar a la gasolin... estaba enrejada, toda al rededor, la rodeé y no había forma de entrar más que por la autopista... que es ilegal. Sencillamente no había forma de hacerlo y completamente derrotada regresé a la ciudad de Luxemburgo a pensar que hacer.


En medio de la nada para buscar la gasolinera

Es esa, la azúl, malditaaaa

Los autobuses para ese día costaban más de 30 euros, el tren también era carísimo y sólo quedaba blablacar. Había un auto que saldría en una hora y cobraba 7 euros, era perfecto. Reservé y pagué el asiento y... el conductor me canceló porque no hablo francés. ¡Pero que hijo de las mil putas! el siguiente carro que salía era hasta las 5 de la tarde por 13 euros, ¿Acaso tenía otra opción? antes de pagar le escribí un mensaje al conductor preguntándole si le molestaba que no hablara francés. Como una persona decente me dijo que no, así que reservé mi asiento y pagué. Ahora tenía varias horas que matar, me fui a ver tiendas al centro, lo que no era muy cómodo con mi mochila.

Cuando me dio hambre me senté en una banca a comer un huevo hervido, porque siempre tengo huevos hervidos conmigo para emergencias. No tienen idea de lo útiles que son. Estaba quitándole la cascara sin molestar a nadie cuando una gitana se me acercó pidiéndome dinero para comer. Y sólo pensé "Mujer, estoy en una banca, comiendo un huevo hervido, ¡lo que no tengo es dinero! literal debo ser la única persona aquí que no tiene donde caerse muerta y me vienes a pedir." Como esas mujeres no aceptan un no por respuesta tuve que irme, lo siento, pero estoy segura que en sus bolsillos traía más de lo que yo llevaba en mi bolso, además de que estaba de muy mal humor por el fiasco de la mañana.

La hora llegó y me vi con el conductor. Si inglés no era muy bueno pero podíamos comunicarnos, aunque en algún momento el cansancio me pudo y me quedé dormida como por media hora. Me dijo que no había problema, que el también sentía como si se fuera a dormir, no fue algo muy tranquilizador saber eso. Lo bueno es que me dejó cerca del departamento de mi anfitrión por lo que sólo tuve que caminar 5 minutos y tocar el timbre.


Bye bye Luxemburgo

Gastos del 17 al 24 de mayo:

01 hamburguesa
03 waffle
08 comida
03 pita
10 cerveza
02 metro
01 cocacola
03.6 pasta
02 tren a Bechem
13 blablacar

46.6 euros total

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