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domingo, 6 de agosto de 2017

Crónica de 9 días en Suiza con 40 euros

Llegando a Zurich bajé del autobús a buscar Internet, a un lado de la estación había un starbucks por lo que pude conectarme y buscar la dirección de mi anfitrión en google maps. Me encontraba a 4 kilómetros y medio del lugar. Por lo general esa es una distancia corta, sin embargo mi mochila pesaba 5 kilos más de lo habitual por toda la comida que había comprado en Francia. Así que con un gran peso sobre mi espalda y ni un franco suizo en la bolsa comencé a caminar.

Aunque Suiza sea parte de la zona Schengen a veces hacen chequeos aleatorios en la frontera, por suerte no lo hicieron en el autobús donde iba

Tenía que hacer pausa cada 10 minutos porque el peso se me hacía insoportable. Había una avenida larga que iba de subida, creo que esa fue la peor parte. Me sentaba en las estaciones de autobús no atreviéndome a subir sin pagar. Así que después de más de una hora y media de camino por fin llegué al edificio, toqué el timbre y mi anfitrión me dijo que vivía en la planta baja, vaya suerte, por fin podía dejar mi mochila.

Hablamos un poco, desayunamos y salimos a recorrer la ciudad, era un día feriado por lo que no tenía que ir a trabajar. De su apartamento a la ciudad hay dos caminos, el que ya había caminado y el camino largo que pasaba por una montaña. Tomamos ese para ver la naturaleza, los jardines que la gente renta y una vista de toda la ciudad. Hacía mucho calor pero por fortuna la ciudad cuenta con fuentes en todas partes para rellenar la botella. Si es que algo gratis tendría que haber en Suiza.


Puesto que la gente suele vivir en apartamentos, existen estos jardines que se pueden rentar/comprar para poder plantar flores o vegetales

La vista que ofrece este lugar no es la mejor, puesto que se ve toda la parte nueva de la ciudad que no es tan atractiva

Después de caminar por la montaña llegamos al río donde había muchas personas tomando el sol, nadando, paseando en barcos o botes inflables y bebiendo. Definitivamente un día tan caluroso lo ameritaba, incluso me sentí mal por no tener mi traje de baño. 


Caminamos a lo largo del río hasta llegar al centro. Mi anfitrión me hablaba de su trabajo, de la vida en Suiza, de los salarios; era una locura, me sentía en otro universo. No hay un salario mínimo establecido, pero nadie que trabaje hace menos de 3000 euros al mes. Mi anfitrión, con un trabajo de medio tiempo, ganaba una cantidad de dinero que de verdad es una grosería considerando como se vive en otros países. Los suizos suelen estar muy enfocados en el trabajo, todo es trabajar y hacer dinero, no viven. Sin embargo reciben dos meses de vacaciones al año (Acumulables si no las tomaron, por eso casi que los obligan a tomarlas) en las que hacen todo lo que no hicieron durante el resto del año.

Nos sorprendió ver una cabina telefónica, me pregunto quien la usará

El centro de la ciudad es pequeño, tiene una calle principal con tiendas y algunos callejones interesantes. Lo más bonito es el enorme lago de agua azul que invita a nadar. Es precioso, había muchas personas caminando y disfrutando del día feriado. Me sentía muy bien, se respiraba mucha tranquilidad en el lugar.






Eso no es un perro, es un caballo





Selfie con el host

Me acompañó a la estación de trenes a cambiar dólares por francos. Rompí mi regla de nunca cambiar en las estaciones de trenes, porque suelen dar un cambio del asco, pero de verdad no sabía donde más. Y si, el cambio fue horrible, me dieron 91 francos por 100 dólares, con eso tendría que vivir los días que pasaría en Suiza. Mi anfitrión me deseó buena suerte. De ahí fuimos al supermercado, ya que al día siguiente tenía planeada una BBQ con sus amigos y tenía que comprar carne. Le dije que yo tenía una botella con mole, comida típica de mi país, pero que ni de chiste me iba a alcanzar para comprar el pollo. Pues bien, me dijo que si le invitaba él cooperaba con eso y compró 4 piernas.

Un menú de Burger King, como referencia la cheeseburger por lo general está a un euro, mientras que en Suiza cuesta 4.20 francos, que son básicamente 4 euros.

Parecía dinero de juguete

Gracias por mi nueva foto para tinder haha

Alguien se burló diciendo que jamás lograría vivir con 10 euros al día en Suiza porque ni una pierna de pollo podría comprar con esa cantidad de dinero, pues orale, ahí la prueba, 4 por 5 francos y ni lo pagué yo.

En la noche sólo seguimos hablando y tomando café hasta que ya me estaba quedando dormida en la mesa. Finalmente me dio la ropa de cama y me fui al sillón a dormir. 

Esa mañana desperté un poco tarde, me metí a bañar y desayuné. Mi anfitrión había estado despierto desde las 7. Hablamos y lo ayudé a preparar las cosas para la reunión. Las primeras personas llegaron y me puse a preparar el mole. Toda una ardua tarea, era hervir el pollo, hervir el mole y hacer el arroz, soy una gran cocinera... si, es sarcasmo. 

Tadaaaa mole

Más personas llegaron y he de decir que los suizos son extremadamente amables. En cuanto supieron que no hablaba alemán comenzaron a hablar en inglés, incluso entre ellos cuando yo no estaba en la conversación. Una chica austriaca y yo comenzamos a hablar. Me contaba sobre las diferencias de las BBQ en su país y en este. En Austria el organizador compra la carne para todos, mientras que en Suiza cada quien compra lo que va a comer y un poco más, por lo que siempre hay muchísima comida. Y es verdad, había carne y ensalada por montones, comí hasta que me dolió el estomago. Oh, y a mi anfitrión le gustó el mole. También me preguntó por mi presupuesto de viaje, le dije que tenía 3000 euros al año, pero trataba de gastar menos. Ella se sorprendió porque eso no era ni lo que ella pagaba de renta al mes.


Alguien llevó pastel vegetariano de frijoles dulces y té verde, me recordó a Asia

Todos se fueron como a eso de las 5 de la tarde y mi anfitrión y yo salimos a la ciudad a caminar un poco. Casi todo el tiempo lo pasamos en el lago con los pies en el agua. A pesar del calor que hacía el agua se sentía muy fría. Caminamos por el río y me llevó a un parque que habían hecho a partir de un edificio industrial, me encantan ese tipo de cosas.







Regresamos a su apartamento, donde me sorprendió con café vietnamita. Sabía a nostalgia, me trajo muchos recuerdos del mes que pasé allá. Le envié una foto a Jeroen, pues él iría a Vietnam pronto, y ese fue el penúltimo mensaje que le escribí puesto que se tardaba dos o tres días en contestarme, por lo que asumí que ya no estaba interesado en mí. Esa noche antes de dormir archivé la conversación que teníamos en whatsapp, me dolió más de lo que esperaba.


El plan original era pasar todo mi tiempo en Zurich, pero habiendo visto lo más importante de la ciudad decidí empacar un sandwich y un par de huevos hervidos para hacer dedo a Lucerna, una pequeña ciudad a menos de una hora de camino. Caminé una hora hasta el punto que decía hitchwiki y en menos de 5 minutos una mujer se detuvo. Fue difícil porque sólo hablaba alemán y francés. Hablamos un poco con mi rudimentario francés y me dijo que me dejaría en la estación, luego me preguntó si tenía dinero. No entendí por qué me preguntó eso hasta que me dejó en una estación de autobús... a 10 kilómetros de Lucerna. 

Bueeeno, gracias de todas formas amiga


Desde ese lugar era imposible hacer dedo, tuve que caminar bajo el sol hasta Ebikon y de ahí hacer dedo a Lucerna. Me recogieron dos chicos en un auto deportivo de lujo. Uno de ellos hablaba inglés y traducía lo que el otro decía. El camino era corto por lo que no hablamos mucho, pero había algo extraño en ellos, de todas formas me dejaron en el centro y me dijeron que me iba a encantar Lucerna porque era mejor que Zurich, en cierta forma no se equivocaron.

Lo único interesante que vi por el camino

Caminé un par de minutos hasta el lago donde me recibió una vista preciosa. La ciudad estaba llena de turistas, sólo caminé por los alrededores hasta que mis pies no me permitieron seguir. Fui a la muralla, caminé por cada callejón del centro, a lo largo del río e incluso me fui por ahí a las afueras del centro a ver los barrios normales donde la gente vive. Es un lugar muy pequeño, pero cale la pena sólo sentarse a admirarlo. 











A las 6 de la tarde ya había visto todo lo que tenía que ver y me encaminé a la ciudad. Me costó mucho trabajo encontrar un buen lugar para hacer dedo, y aún creo que no estaba en el lugar optimo, pero igual una vez ahí el segundo carro se detuvo. Me dijo que no iba a Zurich, pero podía dejarme a mitad del camino.

Amigo, no se en que estabas pensando, pero sólo me diste una vuelta enorme para dejarme varada en Aarau

Una vez abandonada en un lugar donde no se veía sitio alguno donde los carros se pudiesen detener pasé 15 minutos tratando de encontrar donde pararme. Finalmente caminé por una de las calles hasta llegar a una parada de autobús y saqué mi letrero. Para mi suerte a los 10 minutos un señor mayor se detuvo. A pesar de que su inglés era casi inexistente era muy platicador, me hablaba en inglés y alemán, por suerte entiendo palabras, así que más o menos podía seguirlo. Me enseñó fotos de su novia, de sus vacaciones y me contó que se había retirado joven porque se arruinó la espalda y ahora sólo le gusta ir a buenos restaurantes en diferentes partes del país, ese día iría a comer a Zurich. Me recomendó muchos sitios que seguramente no hubiese podido pagar con mis 85 francos. Por suerte el restaurante estaba en el norte de la ciudad, así que me dejó a 20 minutos de la casa de mi anfitrión con una agradable caminata por un bosque.


Llegando con mi anfitrión hablamos un poco, pero ese día quería dormir temprano porque al día siguiente tendría que irme a Berna, así que un café y a la cama... bueno, sillón. Me levanté temprano al día siguiente y preparé mi mochila, que ahora pesaba un kilo menos. Nos despedimos, me dijo que era bienvenida cuando deseara regresar y me encaminé al lugar para hacer dedo.

Hacía mucho sol y estuve parada más de una hora. Vi muy pocas placas de Berna, un chico dominicano se detuvo, pero sólo iba a un pueblo cercano y posiblemente eso hubiese empeorado mi situación. Sólo me quedaba esperar, no había ninguna otra solución, no hay autobuses entre ciudades y en tren serían más de 100 euros. Finalmente un taxi se detuvo, le dije que muy seguramente no podría pagar sus servicios, me dijo que no importaba, que de todas formas iba para Berna. 



En el camino me contó que un señor lo contrató para llevarlo desde Berna al aeropuerto de Zurich, el precio había sido 550 euros. También me contó la historia de una chica que llevó igual desde Berna hasta Zurich, pero su tarjeta no había pasado ni tampoco funcionaba en el cajero, su teléfono había muerto y tuvo que pedir prestado el de él. Finalmente pudo verse con alguien que le dio el dinero y de propina por la paciencia brindada le dio 200 euros extra. Una locura, enserio. Me contó como podía llegar a hacer un salario decente de 10,000 euros al mes... ¿decente? para mi es una locura de dinero. Me contó lo difícil que era la vida si no eras suizo, si eras un inmigrante (sobre todo de un país pobre) siempre serías un ciudadano de segunda clase y tendrás que trabajar el doble.

Me preguntó de donde era y cuando le dije que de México me comenzó a hablar en español, al parecer vivió unos años en España por una novia que tuvo. Le pregunté de donde era él, ya que suizo no se veía, me dijo que era bosnio y cuando exclamé "Stvarno?" (¿En serio?) se quedó mudo de la impresión. Un bosnio que habla español y una mexicana que habla serbio se encuentran en la carretera en Suiza, ¿Cuales eran las probabilidades? nos fuimos todo el camino hablando y mezclando idiomas en una misma oración, fue muy divertido. Me dijo que si conocía a una mujer mayor de 35 con buen corazón y nada de dinero, que se la presentara. Si alguien cumple con esas características contácteme hahaha. Finalmente me dejó a la entrada de la ciudad y nos despedimos con un abrazo, me dio su tarjeta y se fue.

Animense, es chido :v

Mi anfitriona no saldría de trabajar hasta las 6 de la tarde, por lo que caminé al rededor del centro. No me podía mover mucho por el peso de mi mochila, pero aproveché para sentarme en las calles y observar a las personas que pasaban. Tomé algunas fotos, fui a un parque y traté de disfrutar lo más que pude.




Finalmente vi a mi anfitriona a las 6:10 p.m y nos dirigimos a su apartamento. Era un poco extraño, ella ya había escrito en su perfil que era un poco tímida, pero la verdad es que no sabía se le había caído mal o si así era con todos. En el departamento se encontraba una chica sueca que ese día se mudaba a otro lugar y después llegó el novio de mi anfitriona, quien era muy conversador y me contó de cuando estuvo en México. Ayudé a preparar la cena, que era para la despedida de la chica sueca y todos comimos en el jardín, pues el día estaba precioso. 


Su novio me dio un grano de café porque quería comerlo y su novia me regaló estos granos de café cubiertos con chocolate, una delicia. No los he visto en ningún lado pero el día que lo haga los compraré sin importar el precio

Mi anfitriona me dijo que al día siguiente iría a un concierto, que lo había olvidado cuando me aceptó y de haberse acordado no me habría dejado quedarme con ella. De la que me salvé por su descuido. Lo que me quiso decir con eso es que no llegaría a casa hasta muy noche, por lo que tendría que arreglármelas sola, me dio algunos consejos de lugares a visitar y los tres me recomendaron su heladería favorita. Fue un poco extraño a decir verdad. 

Al día siguiente caminé por toda la ciudad, me bajé al valle a caminar por el río, fui al zoológico ya que tienen una parte gratuita con animales pequeños, encontré un lugar con una vista increíble de la ciudad y completamente solo. Perfecto para relajarme y comer... así es, un huevo hervido.

Esta zona se ve padre de día, pero de noche da mucho pinche miedo haha

Fui al jardín de rosas, una hermosura


A parte de tener una buena vista a la ciudad

Los osos son famosos








La mejor fuente de todas


Fui a una pequeña montaña llamada Gurten. Quedaba cerca, tendría una vista de la ciudad y contaba con algo que quería hacer desde hacía mucho, un tobogán de medio kilómetro montaña abajo. Creo que el más largo está en Interlaken, pero este no estaba mal. Fue la primera vez que gasté dinero desde que había llegado a Suiza, 4.5 francos... lo valieron totalmente. 


Wiiiiiiiii


Más tarde no tenía nada que hacer así que usé la aplicación de hang out de couchsurfing y me quedé de ver con un chico. Era un suizo diferente, no le importaba el dinero ni el estatus ni las cosas materiales. Vivía de hacer un trabajito aquí y allá. Se le veía bastante feliz, caminamos por el río y me contó que se mete a nadar casi cada día, incluso en invierno. La corriente es muy fuerte, el día anterior tuve una conversación con mi anfitriona al respecto:

Ella: ¿Y piensas meterte a nadar al río? Es agradable.
Yo: No creo, el agua se ve muy fría.
Ella: Si, tal vez sea lo mejor. Siempre que alguien se muerte ahogado es un turista porque no conocen como manejarse en él.
Yo: *pensando* ¿Y así querías que me metiera?

A la fecha no sé que pensar de esa mujer hahaha

Después de caminar un rato me invitó a comer un helado a un lugar que le gusta mucho, era el mismo lugar que me habían recomendado "Gelateria di Berna". Y si, el helado estaba delicioso.

Fun fact: Un montón de gente se suicida tirandose del puente porque obvio que tener la vida resuelta y un montón de dinero está cabrón y así ni quien quiera vivir. Pero para evitarlo pusieron malla de alambre. No lo haga compa!


El helado siempre es rico, pero es mejor cuando te lo invitan haha

Seguimos caminando y me invitó por un café a su apartamento. Acepté y fuimos allá. Al parecer era escultor y me mostró las cosas que hacía, eran muy extrañas pero interesantes. No creo que yo fuese a tener algo así en mi casa, pero en gustos se rompen géneros. Me dijo que se iría a Berlin en la mañana y que si tanto me había gustado Berna (Por que al final fue mi ciudad favorita) me podía dejar las llaves y quedarme 2 o 3 días más. Me hubiese encantado, pero ya tenía un itinerario y la verdad quería seguir conociendo más de Suiza. Quedarme en Berna hubiera sido agradable, pero la verdad es que es una ciudad para sentarte en un café por horas a mirar por la ventana y yo no puedo hacer eso, no en ese país. Pero si vuelvo en definitiva lo contactaré. Finalmente me dio dos aguacates pues me dijo que si no me los comía yo se iban a quedar a pudrirse ahí. Eso es como oro para mí, así que le agradecí y me encaminé al departamento de mi anfitriona pues se hacía tarde.

En el departamento hablamos un poco y nos despedimos. Me dijeron que cuando me fuera dejara la llave en el buzón y así lo hice. Me dirigí a hacer dedo hacia Ginebra, pero no lograba encontrar un buen lugar y nunca lo hice. Cuando iba a caminar para buscar otro sitio un señor se detuvo y entendí que podía llevarme pero... ¿Alguna vez han visto la película de Eurotrip? Porque algo así me pasó:

¿Ginebra? aaaah Ginebra *Procede a decir muchas cosas en alemán y yo pensando que iba a Grinebra*

Después de ser dejada en la absoluta mitad de la nada a la salida de la autopista comencé a sentir desesperación, ¿en qué me había metido? sin esperanza alguna comencé a hacer dedo, todos me veían como si estuviera loca, y tenía razón. Finalmente un señor mayor se detuvo ¡Oh cruel destino que dejaste que ese hombre se atravesara en mi vida! Al principio todo normal, me dijo que trabajaba para la embajada de Israel, que había vivido en varios países y demás. Después me preguntó si tenía novio, si me gustaban los hombres mayores y que si debido a mi pobreza monetaria buscaba dinero. Lo estoy resumiendo porque la conversación daba un tremendo asco. Me tocaba el brazo y me daba repulsión, tenía que pasar a dejar algo rápido con un colega y el imbécil me presentó como su novia, creo que mi cara lo dijo todo. Me ofreció dinero, ropa o lo que quisiera, le dije que lo único que quería era que me dejara en el centro y se largara, aunque no con esas palabras. Finalmente me dejó cerca de un museo, traté de no ponerme agresiva en ningún momento porque mi mochila estaba en su carro y yo tenía todas las de perder, pero de haberse tornado fea la situación si que lo hubiese dejado sin la posibilidad de tener más engendros. Daba más asco cuando me decía que era un ferviente hombre feminista, para luego decir como quería una mujer joven para ponerla a parir, que asco de personaje, en serio, me sentía sucia y mal después de haberlo conocido. Y de trabajar en una embajada, imposible, había demasiadas inconsistencias en su historia. De que tenía dinero no lo dudo, todos los suizos lo tienen, pero por lo demás, mentiras.



Ceeeeerdo

Magdalenas que el cerdo me compró antes de mostrar su verdadera cara



Que bien me sentí cuando vi que se largó, me fui al museo a sentarme y ver que es lo que haría. El plan era irme a Italia de ahí, pero el país me había gustado mucho y no estaba lista para irme. Se me ocurrió ir a Laussane, no estaba muy lejos y de ahí Italia me quedaba más directa. Comencé a escribir peticiones en couchsurfing aprovechando el Internet del museo, tuve mucha suerte de que un chico me aceptara enseguida. Estaba hecho, en vez de pasar 3 días en Milan, pasaría uno y dos en Laussane.

Me encontré poco después con mi anfitrión para ir a dejar mis cosas. Yo se que a caballo regalado no se le ve el diente, pero cuando entré en ese apartamento me quedé muda. Creo que jamás había visto un lugar tan desastroso. No comenté nada, no hice preguntas, cada quien vive como quiere. Yo soy un desastre también, pero eso ya era otro nivel. De todas formas era un techo donde dormir y él se veía buena onda.

Salimos a la ciudad a caminar un poco, ya no había luz pero igual fue agradable. Nos sentamos cerca del río a platicar un poco sobre su vida, la mía y demás. Era muy callado eso sí, me respondía con frases cortas o monosílabos. Me dijo que no era que le cayera mal, sólo que así era él, que no me lo tomara personal.


Selfie con el host


Regresando al apartamento me ofreció un masaje... a ver, en su perfil ya había visto que él hacía eso, pero también leí que no era terco. Le dije que no, que no me gustaban los masajes, que ni cuando estuve en Indonesia pagué por uno. Entendió y fue el fin del tema, me preparó el sofá cama y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente salí a explorar la ciudad, había un free walking tour, lo que me pareció raro. Entiendo que eso te de de comer en otros países, pero... ¿Suiza? Ni con buenas propinas se podría juntar el suficiente dinero como para vivir en un país así de caro. En fin, fui y no podía concentrarme, era demasiado aburrido. No se si era su tono de voz o que daba demasiados nombres y fechas, pero de repente me perdía y no ponía atención por minutos enteros. Decidí simplemente dejar el tour sin decir nada, nunca había estado en uno que me desagradara al punto de hacer eso.

Caminé por todos lados pero algo había en esta ciudad que no me gustaba tanto como las otras. Fui al jardín botánico, a las naciones unidas, pasé por barrios normales, etc... me senté a orillas del lago a ver el agua. Se suponía que me encontraría con alguien que conocí en Serbia pero me dejó plantada, así que finalmente fui a encontrarme con mi anfitrión en un café. Me invitó un capuccino y conversamos un rato antes de regresar a su departamento, yo quería caminar mientras que él quería tomar el tranvía. Al final me metí sin pagar estando nerviosa todo el camino.






Jardín botánico



Las Naciones Unidas

La gente ama esa fuente, lo juro

But first, let's take a selfie





Cuando te encuentras al amor de tu vida pero sigue estando muerto =/



Como me dejaron plantada fui a un jardín lleno de rosas



Al llegar preparé la cena para los dos con la pasta que aún tenía en mi mochila y por fin terminé la salsa para espagueti que tanto me pesaba. Después de la cena fumamos shisha, ya que me di cuenta que tenía una y dijo que podíamos fumar en el balcón. Fue muy relajante, estuvimos hablando hasta las 11 de la noche y por fin se había abierto un poco más y ya podía hablar diciendo más de 3 palabras.

Al día siguiente me fui mientras él seguía dormido, sólo lo medio desperté para despedirme y murmuró algo que creo era adiós haha  Era un largo camino hasta el lugar para hacer dedo, pero eso igual me permitió darle un ultimo vistazo a la ciudad. Me detuve en un lugar que consideré bueno y esperé y esperé. Finalmente una mujer se detuvo y fue genial. De ella aprendí mucho, era una suiza que había vivido un par de años en Guatemala y en otros países y se dedicaba a ayudar a gente en situación de calle. Me sorprendió la cantidad de personas que había en esa situación en el país, considerando toda la ayuda que da el gobierno. Pero es verdad lo que me dijo, no importa cuando ayuda monetaria recibes, si estas deprimido o enganchado a las drogas vas a terminar arruinando tu vida. Me encantó esa mujer, tenía un gran corazón.

Me dejó frente a la estación de tren, busqué Internet y le dije a mi anfitrión que llegaría en una hora a donde él vivía. Comencé a caminar, era todo de subida por 45 minutos. Fue difícil pero no imposible, mi mochila pesaba mucho menos pues ya me quedaba poca comida. Le esperé un rato en una banca hasta que apareció y me llevó al departamento. Dejé mis cosas, me preguntó que quería hacer y le dije que sólo quería ir a nadar al lago. Pareció alegrarse y me dijo que estaba bien, ya que la ciudad era pequeña y con un día bastaba.


En el lago me dijo que del otro lado estaba Francia, y que había personas que conmutaban todos los días en un barco para trabajar en Suiza. Así pagaban muchísimo menos en vivienda y alimento.


Después de nadar un rato comenzó a ponerse más frío y a llover. Fuimos al departamento y me preparó la cena. Era pasta con muchos vegetales, no se que tantas especias le puso pero sabía muy rica. Finalmente vimos una película antes de dormir.

Al día siguiente fuimos a la ciudad, me llevó por todo el centro y algunos otros lugares. Me contó lo deferentes que eran las personas que se quedaban con él, como una chica de California que lo único que quería era tomar e irse de fiesta u otro chico que ni siquiera salió a conocer la ciudad, o también otro chico que fue a un evento de tatuadores. 











En el camino me hizo el favor de cambiarme francos suizos por euros, pues me iría al día siguiente y todavía me quedaba mucho dinero. Sólo me quedé con 5 francos para cualquier eventualidad.

Me llevó a la catedral pues de ahí tendríamos una mejor vista de la ciudad y finalmente terminamos en una montaña caminando un poco hasta que comencé a sentir dolor en el estomago y regresamos a su departamento. Una vez ahí me preguntó si había comido fondue. Cuando le dije que no me dijo que no podía dejar Suiza sin haberlo probado, así que preparó un poco. Que cosa más buena, con lo mucho que me gusta el queso. Fue simplemente genial.










A la mañana siguiente desayuné pan con lo último que me quedaba de mermelada, otro frasco que no tendría que cargar. Tomé el tren sin pagar al centro de la ciudad y después pagué el metro hasta el lugar para hacer dedo, me quedé con un franco y 30 centavos.

Esperé una hora con un cartel que decía Italia, pero después decidí cambiarlo por uno que dijera Martigny, que es el ultimo pueblo antes de cruzar la frontera. Esperé 5 minutos con ese letrero antes de que un chico muy agradable se detuviera. Me estuvo contando en el camino como él y sus amigos estaban abriendo un bar en Martigny. Me dijo que le impresionaba como viajaba pero que él jamás lo haría, a él le gustaba pagar por transporte y quedarse en buenos hoteles, además de que prefería viajes cortos porque extrañaba su país.

No, no lo estaba haciendo bien.

Después de un recorrido corto me dejó a las afueras del pueblo en una estación de gasolina. Ahora si saqué mi letrero de Italia y no pasó mucho antes de que alguien se detuviera, iban a Milan, que suerte había tenido. Eran dos señores portugueses que vivían en Suiza y se iban por un par de días a Padua. Uno de ellos hablaba español porque vivió en España, así que fue fácil mantener la conversación. 

Ahora si

Su idea era dejarme a las afueras de la ciudad, pero me dijo que le había caído bien así que me dejó justo en la puerta de mi hostal, ya que no confiaba en que tomaría el autobús y se preocupaba que un loco me recogiera en la carretera. Así es, pagué hostal por primera vez en este viaje por la zona schengen, pero esa ya es otra historia.

Nos detuvimos por el camino y me invitó un café. En Italia es naco tomar capuccino en la tarde, pero de verdad quería uno

Las vistas eran increíbles


Gastos:

04.5 tobogan en Gurten
01.6 snacks en Lidl (galletas y un pan dulce)
04 entrada a la catedral de Laussane
03.7 metro en Laussane

Si a eso le sumo los 20 de la comida en Francia y los 7 del autobús a Zurich el total es de:

40.8 euros por 9 días en Suiza


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