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viernes, 24 de noviembre de 2017

Guía Nada Profesional a la Costa Croata


Cuando dejé Serbia mi plan inicial era ir por al menos un mes a Croacia eligiendo un lugar para quedarme por al menos una semana, sin embargo sólo me quedé 18 días puesto que nunca encontré dicho lugar. De todas formas aquí les dejo una guía nada profesional para recorrer Croacia. 18 días no me hacen una experta y seguramente me faltaron mil cosas por ver y hacer, a eso súmenle a que se ha vuelto un destino bastante costoso y poco amigable para el mochilero, sobretodo comparándolo con sus vecinos. Al contrario del resto de mis entradas, esta será meramente informativa. Había pensado en hacer un videoblog del viaje, pero lo más interesante no es lo que hago, sino lo que me sucede y eso nunca se puede prever para grabarlo.

Esta fue la ruta que seguí:

Esta vez me salté Zagreb y Plitvice porque ya los he visitado dos veces en años anteriores.

Datos generales sobre Croacia:

Croacia es parte de la Unión Europea pero no de la zona Schengen, por lo que es un destino perfecto si se quiere salir de la zona después de agotar los 90 días que se tienen.

Los mexicanos no necesitamos visa para ingresar, y en las 3 veces que he ido nunca me han hecho preguntas en el control migratorio.

Su moneda es la Kuna croata, que son 7.5 kunas por un euro o 1 kuna por 3 pesos mexicanos. Es una divisa más o menos cerrada, o sea que si se quedan con kunas al final va a ser muy difícil cambiarlas fuera y so lo logran será por un cambio muy malo.

El idioma oficial es el croata, aunque las personas que trabajan en el área de turismo hablan bien el inglés. Y como dato curioso, he visto que no sólo los croatas lo hacen sino muchas personas de la zona, es que a veces habrá quien diga que habla Croata, Serbio, Bosnio y Montenegrino, que es lo equivalente a decir que se habla español mexicano, argentino, colombiano, etc... sólo me parece gracioso.

Si toman el autobús traten de meter su mochila con ustedes si el autobús no está lleno, ya que cada maleta que se deposite abajo tiene un precio de 10 kunas.

¿Cuando es mejor ir a Croacia con un presupuesto bajo?

La mejor época es desde mediados de Septiembre a mediados/finales de Octubre. Es cuando la temporada baja comienza, los precios y las multitudes disminuyen considerablemente y aún hace suficiente calor como para nadar y disfrutar. Me tocaron varios días de lluvia en el norte, pero una vez en el sur el clima estuvo perfecto.

Personalmente me gasté 424 euros en 18 días, lo que da un total de 23.5 euros por día. Para mí es una barbaridad de dinero, pues mi presupuesto es de 7 euros por día aproximadamente.

¿Cuáles son las dificultades que tiene Croacia con respecto a otros destinos?

Croacia tiene costas bellísimas y eso ha hecho que se llene de turistas, muchas personas trabajan sólo durante los meses donde hay turistas y eso trae como consecuencia la falta de alternativas gratuitas. Esto se traduce a que:

-Es ilegal acampar en la naturaleza, sólo se puede hacer en lugares designados (y de paga), la policía te puede multar si te encuentran acampando en cualquier espacio público.

-Hacer dedo es complicado, las esperas son largas pues las personas no están acostumbradas y además habrá muchos conductores que sólo hablen croata. Aún así es totalmente posible hacerlo.

-Usar couchsurfing es un dolor de cabeza. Casi no hay personas que hospeden (ya que la mayoría prefieren usar airbnb) y de las pocas que hay casi nadie responde o ya están hospedando a alguien.

¿Cómo ir de Belgrado a Pula (o Zagreb) haciendo dedo?

Mi travesía comenzó en Belgrado, cuando fui a la estación de trenes a preguntar el costo del boleto a Zagreb. Este era de 40 euros el viaje sencillo, por lo que me di la media vuelta y decidí que haría dedo. Salí del hostal en el centro de la ciudad a las 8 de la mañana, 657 kilómetros estaban delante de mí. Seguí las instrucciones de hitchwiki y tomé el autobús 611 a las afueras de la ciudad.


Para mí la mejor forma de ir es tomar el autobús 95 desde el centro (Zeleni Venac) hasta Sava Centar, bajar el puente y tomar el 601 hasta Tošin Bunar, ahí esperar el 611. El camino es largo y hay que bajarse en cuanto se salga de la autopista, después hay que cruzar el puente para ir a la salida de la autopista en dirección a Croacia. Recomiendo tener un letrero que diga Sivanovci, que es el pueblo que queda justo al lado de la caseta de cobro, una vez que la pasen es posible conseguir un aventon hasta la frontera o incluso más lejos.


En mi caso conseguí que me llevaran hasta la frontera y de ahí conseguí otro auto hasta una estación de gasolina cerca de Rijeka. Un consejo es que eviten ser dejados en una de las áreas de descanso, ya que hay muchísimas y por lo tanto están prácticamente desiertas, siempre es mejor una estación de gasolina. Si tienen suerte pueden llegar a Pula en un día, a mi me tomó dos, pasé la noche en la estación de gasolina y al día siguiente el tercer auto que apareció en la estación me llevó.




Pula

Me hospedé en el Crazy House Hostel con un precio de 14 euros la noche incluyendo el impuesto de la ciudad. Se encuentra cerca del centro, está bastante limpio con una cocina espaciosa. Las reglas dicen que después de hacer el check out hay que dejar el hostal, pero al ser temporada baja podía quedarme tanto como quisiera. 

¿Qué hacer en Pula?

Caminar al rededor de la ciudad, la cual es pequeña y en un par de horas se puede ver completa. 



La arena de Pula, este anfiteatro romano es precioso y está bien conservado, el precio de entrada es de 50 kunas (6.5 euros), aunque personalmente creo que no vale la pena pagar pues se puede ver perfectamente desde afuera.



Caminar al rededor de la fortaleza, si suben tendrán una linda vista de la ciudad. Ahí mismo tendrán el museo histórico y naval. Por lo que leí el museo es muy pequeño, así que preferí quedarme sólo con las vistas por fuera.


Salir en la noche a ver el espectáculo de luces. La verdad no se si es algo que se hace de vez en cuando o es todos los días, pero salimos a caminar en la noche y nos dimos cuenta que en algunos edificios en el centro había un espectáculo con luces. Estaba muy bien hecho y nos encantó, esto fue aproximadamente a las 8:30 p.m




Grotte Von Pula. Aproximadamente a 4 km del centro se encuentra una pequeña cueva a la que se puede ingresar nadando o con kayaks (Aunque una pareja de Nueva Zelanda que conocimos nos dijo que ya no los rentan en temporada baja). Yo fui nadando, aunque no tenía una lampara conmigo y no se veía absolutamente nada. De igual forma fue divertido, la cueva no es muy profunda, pero si les gusta la oscuridad y el adentrarse a lugares desconocidos, lo recomiendo. También se puede nadar afuera y hasta saltar desde la cima de la cueva, muchos chicos lo estaban haciendo cuando fuimos. El autobús numero 1 los deja en Stoja y desde ahí hay que caminar unos 10 minutos. El precio es de 11 kunas el boleto sencillo.


Kanjon Verudela. Un pequeño cañón a 5 kilómetros del centro, no tiene nada de especial, pero hay una playa agradable y solitaria a un lado. De regreso caminamos por la costa hasta el Fuerte Monsival, que por si sólo no vale la pena, pero si ya están ahí y les gustan los lugares abandonados igual está bien pasarse. 




Fuerte Monsival

Básicamente el letrero dice que tengas cuidado porque la fachada se puede venir abajo

Rovinj. Es una pequeña ciudad pesquera al norte de Pula, hay personas que hacen un viaje de un día al lugar, yo no lo hice y sinceramente me arrepiento. Al parecer no es sólo un lugar agradable, sino que también está lleno de historia. Si pueden no cometan mi error y vayan.

Mi siguiente destino era Rijeka, por lo que fui al lugar para hacer dedo, que es enfrente del bosque Šijanska. Literal sólo me paré en la parada del autobús y esperé una hora antes de que una mujer se detuviera. Me tomó dos aventones llegar a Rijeka. El autobús tiene un precio de 93 kunas.


Rijeka

Me hospedé en el Fun Hostel, el cual está a las afueras de la ciudad, a unos 20 minutos caminando del centro por un precio de 85 kunas (12 euros) incluyendo el impuesto de la ciudad. El hostal es grande, no tienen literas, todas las camas son individuales, no hay cocina, sólo un horno de microondas, aunque tiene una pequeña playa justo enfrente donde hacen fiestas si el clima lo permite.


¿Qué hacer?

Ir al castillo Trsat, desde el hostal se puede ir atravesando el parque Heroja, lo cual hace de la caminata un momento muy agradable. Eso si, en esta ciudad van a encontrar muchas escaleras.




Caminar por el centro, literalmente recorrí todas las calles de lado a lado. Korzo es la calle principal llena de tiendas, cafés y de esos edificio que no sabes que son pero igual les tomas foto.



Museo de computadoras Peek and Poke, no fui y me arrepiento, al parecer tienen consolas que datan desde los 60's e incluso puedes usar algunas. Parece un museo bastante random, por lo que es una pena no haber podido ir.

Opatija, un pequeño pueblo a 20 minutos de Rijeka. La ruta 32 va hacía allá, los boletos se compran en cualquier tienda que diga kiosk. En si el lugar es sólo para caminar y meterse a nadar, cuenta con un parque muy agradable y ya está. Vale la pena pasar un par de horas ahí, aunque creo que en sí no tiene nada especial que ver, sólo es algo bonito y ya.




La Isla Krk 

Krk es la isla más grande de Croacia y tiene varios pueblitos para ver, la mayoría del turismo es de Alemania, y me tocó que no supieran inglés pero si alemán. Sólo visité 4 lugares, pero creo que fueron los más importantes. Si quieren tomar autobús, este sale a 42 kunas hasta Malinska, dentro de la isla el transporte público es muy malo (jamás vi el autobús que conecta los pueblos) y los lugareños lo saben, por eso es que es mucho más fácil hacer dedo aquí que en tierra firme. En esta ocasión encontré un host de couch surfing en el pueblo de Vrbnik para quedarme dos noches.


Malinska: Es pequeñita, no hay nada especial para ver, sólo un puerto y algunos restaurantes, más la playa para meterse a nadar. Caminé un rato y decidí irme, por suerte una pareja eslovena me recogió y me llevaron a Krk.


Krk: El pueblo más grande en la ciudad, cuenta con más restaurantes, un castillo y lo mejor de todo, calles laberínticas. Dejé el mapa de lado y sólo me puse a caminar por las estrechas calles sin saber a donde llegaría, estuve perdida un buen rato y me encantó. Al salí nuevamente a la costa caminé hacia un faro que vi y había un par de playas con gente nadando. Después de un rato de exploración me reuní con los eslovenos nuevamente y nos dirigimos hacía Vrbnik.






Vrbnik: El pueblo favorito de muchos al que se llega cruzando un viñedo, y es que si se está en la isla hay que tomar vino y comer higos, pues es lo que más hay. Higos si que comí, el vino ni gratos lo quiero, pero me dijeron que está bueno. Vrbnik tiene todo para ser un lugar adorable, calles estrechas y laberínticas, miles de escaleras, paredes de piedra, un acantilado y debajo una playa azul. No tengo idea de si existe alguna actividad en particular para hacer, aparte de visitar la calle más estrecha del mundo, pero simplemente caminar y caminar sin rumbo es muy disfrutable.







Baška: La ciudad más retirada en la isla, la más turística y la que más me gustó, llegué haciendo dedo desde Vrbnik, a los 10 minutos una pareja alemana me llevó. Tiene playas preciosas a las que no pude entrar puesto que fue un día lluvioso. El lugar tampoco tiene nada especial, es más que nada cafés y restaurantes, simplemente es lindo para la foto. Hay un castillo al que se puede llegar subiendo una montaña pequeña. En definitiva me hubiese encantado nadar aquí, pero el clima no siempre está de nuestro lado.





Rab

Hice dedo hasta el puerto Valbiska para tomar el ferry a la isla Rab. Lamentablemente lo hice muy temprano y el auto que me llevó iba hacia Cres, pero si se consiguen un auto que vaya a Rab, el boleto se paga por auto no por persona, así que teóricamente podrían pasar gratis. Yo tuve que pagar el boleto de 35 kunas. Es un viaje muy corto que termina en el puerto de Lopar, donde no hay nada que ver ni hacer, sólo unas playas y guest houses. Hice dedo hasta el pueblo de Rab y una pareja danesa me llevó después de una espera de 15 minutos.


Me hospedé en el Hostel International por 148 kunas la noche con desayuno incluido. Lo gracioso de este lugar es que es parte del Hotel International, así que el desayuno es el mismo que el del hotel y está muy bien servido, es un bufete y tienen de todo. Incluso metí a mi bolso un par de huevos hervidos, un pan, queso y mermelada (Si, soy rata a más no poder, pero hay que aprovechar).

El pueblo es pequeño pero es lindo, era también un día de lluvia así que no pude hacer más que caminar por todos lados. Tiene varias iglesias y el centro se ve bastante viejo (en el buen sentido), a la entrada del parque hay un mirador desde donde pueden ver todo el pueblo y el parque en si es agradable para caminar. Si van solos un día es suficiente para ver todo.






A la mañana siguiente hice dedo hacia el puerto Mišnjak para ir a Stinica, un par de alemanes me llevaron después de esperar 20 minutos. El problema es que no hablaban nada de inglés, por lo que no pude conversar y sin esa confianza que se crea al hablar no se puede esperar que me dejen subir en su carro gratis al ferry, por lo que pagué las 17 kunas. Y peor aún, una vez que se llega a Stinica los únicos automóviles son los del ferry, así que tuve que caminar 4 km cuesta arriba bajo un sol asesino para alcanzar la carretera, literalmente casi me desmayo. 




Una vez ahí me tomó una hora conseguir que alguien me llevara algunos kilómetros hasta el puerto de Prizna, una vez ahí tuve que esperar 40 minutos hasta que alguien me llevó a Karlobag y finalmente esperé una hora hasta que una mujer serbia me llevó todo el camino a Zadar. Por cierto, ninguno de los conductores hablaba inglés.


Nin

Una vez en Zadar esta mujer me invitó a su casa a tomar café y después me llevó a Nin, que es un pueblito cercano. El centro es pequeño y está lindo, pero no creo que valga la pena el esfuerzo de tomar el autobús y demás para ir a verlo.




Zadar

En Zadar me hospedé en el Hostel ART Zadar, un poco alejado del centro pero cerca de la carretera, por 7 euros la noche (En temporada alta la habitación más barata está a 23 euros). Sin embargo cuando hice la broma al dueño del hostal de que odiaba pagar por las cosas me dijo que no tenía que pagar sino quería, que ya en una semana cerraba el hostal hasta el siguiente año y que si limpiaba una hora al día me podía quedar. Acepté el trato y me ahorré 21 euros.

¿Qué hacer en Zadar?

El órgano marino es una de las mayores atracciones de la ciudad, instalado en el 2005 estas 35 pipas debajo del agua suenan con el oleaje produciendo un sonido bastante particular todo el día y la noche. Y que mejor que quedarse en las escaleras escuchando el órgano mientras se ve una espectacular puesta de sol, según Hitchcock la más bella del mundo.


¿Caminar por toda la ciudad? Es que enserio, sin dinero ¿Qué más se puede hacer? haha de todas formas no es una ciudad que decepcione con sus edificios bizantinos y sus ruinas romanas.





Las playas hermosas no son el fuerte de Zadar, se puede nadar pero realmente no hay nada a lo que se pueda accesar caminando. Existen muchísimos tours para ir a islas cercanas, pero obviamente vienen con un alto precio.

Lindo ¿no? 

Pues no tanto

He leído sobre la vida nocturna, pero sinceramente no me impresionó. Hay bares y tal pero nada especial. Igual y se debe a la temporada baja.

En la mañana hice dedo hasta Šibenik, me tomó 3 aventones llegar y no esperé más de 30 minutos por cada uno. Lamentablemente en el primero el hombre me ofreció dinero por sexo, un asco, pero al menos no se puso pesado después de mi firme no.

Šibenik

Me hospedé en el Hostel Splendido (Por un euro más pude haberme quedado en un hostal con alberca... pero ¿Yo para qué quiero una alberca?) por 120 kunas la noche. La cama estaba grande y cómoda, teníamos baño en la habitación y la cocina estaba bien equipada. Ofrecen transporte hacía el parque nacional Krka por 50 kunas ida y vuelta, el cual tomé en vez de hacer dedo por la gente que conocí en el hostal, para poder ir todos juntos.

¿Qué hacer aparte de caminar por la ciudad?




Más bien que no hacer, la ciudad cuenta con 4 fortalezas. Dos son de paga, creo que son 50 kunas por un boleto para ambas y 30 kunas si se es estudiante. Pues desde ahora digo que no vale la pena pagar, las fortalezas son pequeñísimas sin nada realmente interesante. Sin embargo la otra, la que está en verde, no está restaurada, más bien está abandonada y vale mucho más la pena ir a verla. Puedes treparte a las paredes y explorar a tus anchas, vale completamente la pena.


Entre bajo su propio riesgo



Vista desde la fortaleza

A la cuarta fortaleza se accesa en barco o caminando dos horas y media. No fui pero me dijeron que es bastante bonita, aunque por tierra es un poco peligroso entrar porque básicamente tienes que poner una tabla en un hueco para poder pasar y te puedes caer.

También hay muchas islas que se pueden visitar con los taxis acuáticos o ferries y que no resulta tan costoso, pero no tuve tiempo de investigar ni de hacer eso porque fui a ver las fortalezas dos días, el primero sola y el segundo con alguien que conocí en el hostal. Así que mi consejo es que investiguen que es lo que más les gustaría, de igual forma en el hostal donde me quedé dan información muy completa.

Esa fue la primera vez que fui a un restaurante, en todo ese tiempo estuve cocinando. Fueron 35 kunas por un plato de tripas, como eso también lo comemos en México me encantó

Medio día en el parque nacional Krka

A 13 km de Šibenik se encuentra este parque, con un costo de 110 kunas para adultos y 80 para estudiantes de cualquier edad. Esto en temporada media, en temporada alta el precio es de 200 y 120 para estudiantes. Con este boleto se tiene acceso a un ferry que lleva hasta la otra entrada y un autobús hacía la zona turística por decirlo de alguna forma.

El parque es lindo, aunque después de Plitvice no es tan grandioso. Lo mejor del lugar es la parte donde te puedes meter a nadar, que aunque helada el agua me la pasé muy bien. 

Sé que es posible accesar al parque desde la parte más al norte y no hay turistas, pero eso es mejor hacerlo si se tiene la oportunidad de rentar un carro. En google maps aparece como Manojlovački slapovi.




Esta es la zona donde se puede nadar


Trogir

Al día siguiente nos dirigimos a Trogir, en el hostal conocí a un italiano que había rentado un carro, así que otros dos chicos y yo nos aprovechamos de ello... que feo lo hice sonar.

Trogir es un pueblo pequeño cercano a Split cuyo centro es una isla unida por dos puentes. Es sumamente turístico, básicamente sólo hay restaurantes, cafés y tiendas de recuerdos dentro de los muros de la ciudad, sin embargo vale la pena pasar al menos un par de horas pues es el único lugar que no fue destruido y cuyas construcciones son autenticas. Sin embargo era tanta la gente que sólo caminamos a los alrededores tomando fotos antes de seguir nuestro camino.






Split

Mi ciudad favorita de todas las que conocí, que pena que la experiencia se haya visto oscurecida debido a un problema personal que desembocó en una crisis existencial que duró días y no se fue sino hasta que dejé el país.


Simplemente caminar por las calles es un deleite. Al llegar al Palacio de Diocleciano se puede accesar al mercado subterráneo, pero si no les interesa comprar nada, a los lados tienen las cuevas del palacio, las cuales son un atractivo interesante. Me parece que hay que pagar para entrar, pero sin querer entré gratis entre un grupo de estudiantes.






Tercera vez que fui a un restaurante, la segunda vez gasté 20 euros por invitar a alguien... larga historia. En fin, este plato de calamares costó 70 kunas, nada mal considerando que me llevé la mitad para el día siguiente. El lugar se llama Konoba Fife, pésimo servicio, buenos precios y rica comida.

Pasear por el parque Marjan es muy relajante, y por lo menos me tocó estar sola todo el camino. Existen varios miradores por los que se puede ver la ciudad, además de una capilla.

La playa Kasjuni, está un poco alejada pero vale la pena pues está sola.

Lamentablemente no hice más pues estaba demasiado triste para ello, una de mis actividades fue mirar 6 horas al techo desde la cama del hostal. Que por cierto, fue el Spalato hostel, por 10 euros la noche. Está a un lado del centro, la cama es cómoda (Muy útil en mi estado anímico), aunque no tiene cocina. La noche anterior me había quedado en el Fairytale hostel, también por 10 euros, un poco más alejado del centro pero parecía tener más movimiento y resultó más sencillo conocer gente, además de que tenía cocina, sin embargo hacía mucho frío en la noche y las cobijas no abrigaban nada. De hecho la raíz de todos mis problemas vienen por esa pésima noche de sueño. Al final el aleteo de una mariposa si que puede causar un huracán. 

Hvar

El ferry me costó 160 kunas ida y vuelta, más de lo que esperaba, y sólo hay un ferry al día, al menos en el mes de octubre. 

Lo primero que hice fue subir a la fortica, cuando vi que había que pagar para entrar sólo me quedé afuera a comer mis galletas de desayuno y admirar la vista. 


Después de eso caminé por el pueblo, lo cual me llevó una media hora pues es muy pequeño.



De ahí caminé hacía el oeste buscando alguna playa agradable para nadar, al final me fui hasta el final del camino a un rincón donde no había ninguna persona.


Regresé al pueblo al atardecer y tomé algunas fotografías antes de esperar al ferry. Sé que se puede explorar mucho más de la isla, pero sinceramente sólo quería meterme al agua y disfrutar, que creo es lo más importante, y sinceramente el rincón que se encuentra en estas coordenadas me gustó mucho:
43°10'25.3"N 16°25'37.0"E



¿Qué no hice que debí haber hecho?

Ir a Makarska, Brac, Korcula y Vis. La idea original era pasar una semana en Vis viviendo rudimentariamente, pero por problemas personales no se pudo hacer y mandé al cuerno mi plan con las otras islas y con Makarska. Una pena en verdad. 

Camino a Dubrovnik

Dubrovnik

Tomé el autobús por 132 kunas a Dubrovnik, lo único que quería era ya irme del país. Me hospedé en My Way Hostel Dubrovnik por 11 euros la noche, queda a 2.6 km del centro de la ciudad, pero es bastante barato. No cuenta con cocina pero las camas son cómodas, ah, y el chico de la recepción me vio feo mientras me decía que tenía un acento belgradense (Esos croatas y su desprecio a Serbia).

¿Qué hacer?

Sinceramente no vi mucho para hacer más que caminar por la ciudad. Es hermosa si, pero no entiendo el porque es tan increíblemente famosa.

Playa junto a la muralla




Fotografías de como quedó la ciudad después de la guerra con Serbia


No pensaba pasear por las murallas, pues el precio es de 150 kunas (20 euros), sin embargo después vi que con la credencial de estudiante el precio baja a 50 kunas (6.6 euros), además de que con ese mismo boleto se puede acceder al Fuerte Lovrijenac (Que por sí sólo cuesta 50 kunas), así si vale la pena. Es un circuito bastante sencillo de hacer con algunas escaleras de por medio, me imagino que en verano es una pesadilla, pero el día estaba fresco y la pasé muy bien.


A lo lejos el fuerte Lovrijenac



Subir al Fuerte Imperial, hay un teleférico que lleva hasta la cima por el módico precio de 140 kunas el viaje redondo, o pueden caminar hasta arriba en aproximadamente 45 minutos... y es gratis. ¿Cómo creen que fui? Es una caminata agradable y ofrece vistas muy buenas también.



Una actividad que quería hacer fue una excursión en kayak con la compañía Adventure Dubrovnik, al parecer es un muy buen tour con almuerzo incluido. El precio era de aproximadamente 33 euros por 3 horas. No sólo fue el dinero un impedimento, sino que ya no tenía tiempo, hubiese tenido que quedarme un día más y no quería hacerlo.

Finalmente mi última actividad en Croacia y mi parte favorita de todo el viaje:

La Bahía de Kupari (También conocida como la bahía de los hoteles abandonados)

De izquierda a derecha: Hotel Pelegrin, The Kupari Hotel, The Grand hotel, Hotel Goričina (En el que estoy parada)

Localizada a 10 km de Dubrovnik se encuentra está bahía que definitivamente ha visto tiempos mejores. Una serie de 4 hoteles de lujo utilizados durante la época de Yugoslavia que ahora están cayéndose a pedazos. No mucha gente va a verlos, y mucha menos se atreve a meterse de lleno a los edificios. Con cada paso sentía que se iban a venir abajo, me metí por cada rincón que encontré, trataba de llegar al techo, usaba la lampara de mi celular para los cuartos en completa oscuridad, trataba de recordar si tenía la vacuna antitetánica cada vez que pasaba junto a un montón de hierros oxidados, mi corazón de detenía cuando escuchaba algún ruido y me hacía pensar que no estaba sola, temblaba bajando las escaleras sin barandales ni soportes. Fue una experiencia maravillosa, me vi reflejada en ellos, mi alma se sentía exactamente como esos edificios.


No logré subir hasta arriba porque el viento estaba muy fuerte y casi me tira





Para subir al techo había que escalar las puertas, lo intenté pero sentí que se romperían en cualquier momento así que desistí







A vandalizar un poco 




Estaba completamente oscuro



Al día siguiente tomé un autobús rumbo a Herceg Novi y fue así como le dije adiós a Croacia


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